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CICLOCROSS

Benidorm responde y confía en repetir en el futuro

“Había ganas de ciclocross”, celebra Pascual Momparler, el organizador. En principio, en marzo se conocerán las pruebas de la próxima temporada.

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Benidorm responde y confía en repetir en el futuro

Tras la vibrante carrera élite masculina que ponía fin a la prueba de Benidorm, Pascual Momparler, seleccionador de la RFEC y organizador de la cita, hizo balance en AS: “Fue muy bonito. Pudimos traer aquí la Copa del Mundo y me quedo con lo que han disfrutado los aficionados. Había ganas de ciclocross en la gente y han contagiado a los ciclistas, que nos han hecho vibrar hasta el final. Una carrera increíble”, celebra. En marzo sabrán si repiten como sede la próxima temporada, y las esperanzas tras lo visto son muy altas. El canon que hay que pagar para la carrera son de 50.000 euros, que va principalmente para Flanders Classics, organizadora de las pruebas de la Copa del Mundo.

A nivel deportivo, la prueba fue inmejorable. EI mejor Mathieu van der Poel hizo acto de presencia en Benidorm el domingo. Durante los últimos meses, y pese a sus grandes resultados, el neerlandés tenía habitualmente un ‘pero’ en sus carreras, indistintamente de sus registros: la espalda. Problemas que incluso le obligaron a parar en algunas citas y que ya parece dejar atrás: “Estoy satisfecho con la victoria, pero también con mi espalda. Que no tuviera dolores también fue otra gran noticia”, celebró el del Alpecin, muy aclamado por los aficionados españoles.

El Mundial se celebra en dos semanas (5 de febrero en Hoogerheide, Países Bajos) y el nivel tanto de Van der Poel como de Van Aert es tan parejo que a día de hoy es difícil decir un favorito. El belga, que esta vez no pudo alzar los brazos, lamentó un error que tuvo en el tramo final: “Era importante estar en cabeza a mitad de la última vuelta y no pude”, dijo el del Jumbo. Por suerte, evitó irse al suelo justo en recta de meta al pasar cerca de la valla publicitaria: “Afortunadamente pude reaccionar a tiempo”, suspiró. El que entró en meta con una sonrisa fue Felipe Orts, acostumbrado a correr ante belgas, neerlandeses... Esta vez lo hizo delante de sus amigos y aficionados, y con un brillante noveno puesto: “Estoy muy contento, todo salió a la perfección. El ambiente fue brutal, pocas carreras había visto así en mi vida. Muchos descubrieron lo bonito que es el ciclocross”. Es la sensación.