Ariadna Ródenas, de participar ‘in extremis’ a campeona perfecta
La española, ganadora en todas las etapas de la NEOM Titan Desert, no tenía la carrera en su calendario. Finalmente, decidió competir al liberarse una plaza.
Ariadna Ródenas empezó a montar en bicicleta hace relativamente poco. A sus 35 años, no fue hasta 2014 cuando se adentró en el mundo del mountain bike. Tres meses después de su primer entrenamiento, terminó segunda en la Marcha de Biar (Alicante). Antes, su vida deportiva había girado alrededor del atletismo. Ahora, es campeona de España de ultrafondo, de maratón y de ultramaratón, categoría en la que, en 2021, también reinó en Europa. “Estaba en un club en el que corría a pie. Había unos compañeros que hacían mountain bike, iban a preparar un duatlón y me animé a prepararlo con ellos. Nunca había cogido la bici y, realmente, ahí empezó todo. Me enganchó. Estuve un año haciendo las dos cosas y, al final, aparté correr”, recuerda.
Una llegada tardía al mundo del MTB, pero intensa. Como si quisiera recuperar el tiempo perdido, la ilicitana busca nuevos retos constantemente. En 2019, sintió la llamada de la Titan Desert. Ganó en Alcázar de San Juan (Titan La Mancha) y obtuvo un pase directo para participar en la edición de Marruecos. Tuvo que esperar, pues la pandemia paralizó la edición de 2020, pero también triunfó. En 2021, se subía a lo más alto del podio; este 2022, también lo ha hecho en Almería, en la categoría de dúo mixto, y ahora, en NEOM (Arabia Saudí). “Ganar una Titan siempre hace ilusión, porque es una carrera muy dura y muy bonita. Rodar por un país por el que no ha rodado casi nadie es un sueño y, ganar, aún más”, celebra con una energía contagiosa.
“No pensaba venir y estaban todas las plazas ocupadas. Me dijeron que se había quedado una libre y me puse las pilas rápidamente”
No tenía pensado viajar a Arabia, pero volverá con una exhibición mayúscula. “Realmente, esta prueba no la tenía en el calendario. No pensaba venir y estaban todas las plazas ocupadas. Me dijeron que se había quedado una libre y me puse las pilas rápidamente”, revela. Bendita decisión: general, cuatro de cuatro en las etapas y más de una hora y media de margen respecto a sus inmediatas perseguidoras, Muriel Bohuet y Michaela Sekulova. “En una carrera por etapas es difícil conseguir algo así, porque no solo influye el buen estado físico, también otros factores: una avería, una caída… Por suerte, han ido todas las etapas rodadas”, analiza. “Pues sí, estaría bien también, claro”, responde con gracia a si necesita más titanas que le compliquen el asunto.
Todo decidido, pero sudor hasta el final
Necesita más caña. “Desde que empecé en esto, nunca he estado mejor que ahora. El año que viene, más Titan y más pruebas por etapas. Sobre todo, maratones y ultramaratones”, anticipa. Pese a llegar con la general decidida a la última etapa, encaró los 76 kilómetros finales retándose a ella misma. “He sufrido bastante porque he intentado engancharme a un grupo que iba rápido. Quizás iban demasiado rápido… y yo estaba muy cansada. Iba haciendo la goma, latigazos… pero, al final, han bajado un poco el ritmo y he podido recuperar un poco el aliento para llegar con ellos a meta”, valoraba al llegar. “¡Qué fuerte estás!”, le gritaba uno de sus compañeros de aventura. Mientras se secaba el sudor, le devolvía el halago con una sonrisa, consciente de ello.