¿Pogacar guardó fuerzas en la subida a Oropa?

Dos leyendas, dos averías, una misma imagen. La misma resolución. Un cuarto de siglo después, la historia se repetía en el mismo escenario. Tanto Marco Pantani como Tadej Pogacar perdieron contacto con el grupo de favoritos justo antes de comenzar la ascensión a Oropa (salto de cadena para el italiano y caída del esloveno por un pinchazo), lo que no impidió su posterior remontada y victoria en línea de meta. Dos gestas, dos genios.

No obstante, si analizamos ambas actuaciones, encontramos algunos matices que las diferencian y que, irremediablemente, desde el pasado domingo abrieron el debate al concluir la etapa: ¿apretó Pogacar al máximo o reservó energías pensando en el resto de Giro? Para empezar, los números. Desde el punto en el que se toman tradicionalmente los tiempos en la ascensión a Oropa (6,59 km al 8,1%), una vez superados los primeros kilómetros de aproximación (siempre por debajo del 5%), vemos que Pogi empleó un tiempo de 17:28, mientras que el ‘Pirata’, que posee el récord de la subida, tardó 17:04 en llegar a la cima.

Mejores tiempos en Oropa (Giro)

Así lo muestran los datos recogidos por el experto analista finlandés ammattipyöräily, que además desgrana las diferencias entre uno y otro por sectores: Pogacar fue 20 segundos más lento que Pantani en los primeros 2,29 km, le recortó 11″ en la parte central y volvió a perder otros 15″ en los dos últimos kilómetros, justamente donde al esloveno se le vio más relajado, ya que incluso llegó a ceder unos 10 segundos de los casi 40 que tenía de ventaja sobre Dani Martínez y Geraint Thomas (ganó por 27″).

Con viento, sin potenciómetro

Más allá de los números e impresiones que transmitió su actuación, hay otro factor determinante que nos hace pensar que Pogacar reguló su ritmo de ascensión: el viento. “La subida se hizo muy rápido, con viento a favor y en un grupo de gente muy potente”, explicó Nairo Quintana, ante AS y otros medios, tras cruzar línea de meta, lo que significa que en caso de haber apretado más con ese elemento claramente a favor, el récord de Pantani se podía haber pulverizado.

Por último, pero no por ello menos importante, señalar que Pogacar completó la ascensión sin potenciómetro por el cambio de bicicleta posterior a su caída. Lo más probable es que el desconocimiento de su velocidad y vatios durante la subida le obligase a ser algo más conservador de lo habitual. De ser así, teniendo en cuenta lo que queda de carrera, quizás fuese la decisión acertada.

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