La perseverancia de Matthews: de pensar en retirada a ganar en el Giro
El australiano alza los brazos en el Giro ocho años después, justo a los 300 días de su última victoria en el Tour de Francia. Llegó a pensar en la retirada.
Los 30 son los nuevos 20. Lo estamos viendo en este Giro de Italia. A la conclusión de la tercera etapa, Thibaut Pinot se convirtió en el corredor francés más veterano de toda la historia en lucir la maglia azzurra de líder de la montaña a sus 32 años. Pero fue un coetáneo suyo quien brilló por encima de todos en Melfi, localidad donde Michael Matthews (Canberra) espantó definitivamente todos sus fantasmas del pasado. El australiano, cuando se cumplían 300 días de su victoria en el pasado Tour de Francia, alzó los brazos para poner fin a una sequía de ocho años sin ganar en la Corsa Rosa (Sestri Levante en 2015), por lo que no pudo contener la emoción al bajarse de la bicicleta.
“Ha sido una montaña rusa para mí, desde que gané una etapa en el Tour de Francia y terminé tercero en el campeonato mundial el año pasado. Me contagié de covid en París-Niza, no pude viajar a Milán-San Remo y me estrellé en Flandes. Con el equipo llevándome al Giro, no estaba seguro de lo que podría lograr, pero hoy me respaldaron al 100%, no puedo agradecerles lo suficiente. Esta es una familia”, explicó el oceánico ante los medios, en agradecimiento a su equipo, ya que la enorme labor de sus compañeros, como Filippo Zana, permitió a Matthews eliminar a la mayoría de velocistas puros y mermar las fuerzas de rivales directos como Mads Pedersen.
Michael consiguió a lo grande su primera victoria de la temporada, premio a la perseverancia que atesora, puesto que la de 2023 es para él la decimotercera campaña como profesional en la que consigue al menos un triunfo (sólo se quedó a cero en 2008, 2009 y 2021). Toda una alegría si tenemos en cuenta que hace no mucho llegó a sopesar la retirada: “Mucha gente ha formado parte del equipo desde que empecé mi carrera. Ellos saben por lo que pasé. He tenido muchos contratiempos y me preguntaba si todavía quería andar en bicicleta, pero el ciclismo es mi deporte, mi sueño y mi pasatiempo. Esto no es solo una victoria, significa más. Apagué mi cerebro antes del final del esprint y corrí como en un grupo de muchachos entrenando. Primero tienes que divertirte y luego ganar”. Lo malo queda atrás.