La nueva vida de Nibali como embajador del Giro

No es hijo predilecto de Nápoles, pero sí todo un ídolo nacional. Vincenzo Nibali (Mesina, 38 años) es aclamado allá donde va, y este jueves no fue una excepción, con unos tifosi que no pararon de pedirle fotos, autógrafos y vitorearle en la Piazza dei Plebiscito de Nápoles, emblemático escenario que acogió la salida de la sexta etapa de este Giro de Italia. Durante unos minutos, con suma amabilidad, Lo Squalo atendió a AS tras darse un baño de masas y dar unos toques a un balón del Nápoles, en forma de pequeño homenaje al tercer Scudetto logrado recientemente por el equipo italiano.

“Es un poco diferente, pero estoy contento de estar aquí. Es muy interesante tener una mirada diferente”, respondió Nibali sobre su nueva perspectiva, la de seguir la carrera como embajador cuando hace un año se encontraba justamente ahí, compitiendo en el que fue su último Giro. Hace unos meses, Vincenzo se quitó el gusanillo competitivo saliendo de su zona de confort en la Cape Epic. “¿Qué es más duro? Son dos esfuerzos completamente diferentes. El Giro es mucho más difícil. La Cape también lo es, pero son ocho días, pasa rápido”, explicó el de Sicilia entre risas. Pero, ¿echa de menos Nibali la competición?: “No, absolutamente no. He competido durante 18 años. Las competiciones fueron muy intensas. Puede parecer raro, pero estoy en una posición tranquila. Terminé mi carrera con mucha fuerza y contento”.

Más allá de unas contrarrelojes que en la presente edición tendrán suma importancia, la esencia del Giro se mantiene en la alta montaña. En ese escenario, Nibali tiene claro dónde pasaría al ataque si él se estuviera jugando la carrera: “Viendo el recorrido, la última semana es la más difícil de interpretar. Hay una escalada muy difícil (Monte Lussari), la etapa del Bondone, las Tre Cime di Lavaredo… No diré que hay que esperar a esta etapa, pero probablemente la del Bondone también será un punto clave de la carrera”.

Al ser preguntado sobre su favorito para el Giro, Vincenzo se muestra enigmático: “Remco creó una buena distancia sobre sus oponentes, pero hay muchas etapas. Cuando llega el final del Giro, las fuerzas tienden a equilibrarse. Es difícil decir un favorito ahora, porque todavía quedan muchas llegadas en alto y es difícil ver la condición de un gran corredor. Este inicio de Giro ha sido muy difícil. Todos están ahí, están luchando. Claro, Remco ha hecho algo más, pero el Giro es largo”. De hecho, ya con el exigente final en Gran Sasso, el siciliano considera que pueden empezar a cambiar las tornas: “Creo que ya mañana, con un final en alto, podemos ver un poco más claro quién está mejor”. Sabe de lo que habla. Palabra de leyenda.