Jonathan Milan: la nueva ilusión del ciclismo italiano
El joven corredor del Bahrain-Victorious (22 años) firma en el Giro el primer triunfo de su carrera de categoría World Tour. “Estoy en shock”, dijo tras ganar la segunda etapa.
Tadej Pogacar, Remco Evenepoel, anteriormente Egan Bernal... Son nombres que todos tenemos en la cabeza y que hace varios años dejaron de ser promesas para convertirse en estrellas del ciclismo. Sin embargo, esta temporada estamos encontrando sorpresas inesperadas. Y gratas. Primero, la de un Ben Healy que en las clásicas de primavera se destapó como una seria alternativa en el futuro a los dominadores de este tipo de pruebas. El segundo en discordia, al igual que el irlandés del EF Education, también lo encontramos en este Giro de Italia.
Se trata de Jonathan Milan, que a sus 22 años logró ayer su primer triunfo de etapa en una gran vuelta con un portentoso esprint en la llegada a San Salvo. “Mis compañeros de equipo (Bahrain-Victorious) han hecho un gran trabajo. Me decían que me quedara quieto y me pusieron en las primeras posiciones para que pudiera hacer mi propio esprint. Estoy superfeliz”, explicó el de Tolmezzo, imponente, con su 1,94 metros de estatura. Pletórico e incrédulo, a partes iguales, por la que ha sido su primera victoria de categoría World Tour: “Cuando crucé la línea de meta estaba en shock. Primero pensé en las caídas que tuve antes, la fatiga, los tiempos difíciles. También pensé en mi familia, que estaría mirando. Esta victoria significa mucho para ellos. Nunca creí que ganaría una etapa del Giro, pero sabía que estaba listo y tenía ganas de ponerme ahí”.
Milan, nuevo portador de la maglia ciclamino de los puntos, ya avisó de su enorme potencial en el tramo final de temporada pasada, cuando ganó sus dos primeras etapas como profesional en la CRO Race, mostrando la gran velocidad punta que atesora para los esprints, además de su potencia para rematar en finales en cuesta. Unas virtudes que le han valido para convertirse en el italiano más joven que gana una etapa en el Giro desde Giulio Ciccone, que se impuso en Sestola con 21 años en 2016. No olviden su nombre, porque probablemente no haya dicho su última palabra en esta Corsa Rosa. Juventud, divino tesoro.