Carlos Verona y Luis León muestran su malestar en este Giro
Verona y Luisle hablan con AS sobre las duras condiciones a las que se están enfrentando en el Giro. El murciano critica la inoperancia de la CPA: “No sé para qué está”.
La tensión crece y crece en el que algunos ciclistas califican como el “Giro de Italia más duro” que han visto. Al hilo de la polémica décima etapa, en la que los corredores solicitaron antes de la salida de la misma un cambio de recorrido para evitar el puerto que se ubicaba a mitad de etapa, donde hubo temperaturas cercanas a cero grados, lluvia y un fortísimo viento, AS ha hablado con varios de los corredores españoles presentes en la ronda italiana para conocer más de cerca el malestar que se ha vivido en los últimos días de carrera.
“Llevamos dos semanas de Giro y prácticamente no hemos visto el sol, eso hace que la salud sea difícil de mantener y eso también provoca que las caídas se multipliquen. Estamos viendo un Giro de mucho desgaste y tensión. No es el más espectacular, pero sí una de las grandes vueltas más difíciles que he hecho nunca”, explicaba a este diario un Carlos Verona que reiteró su crítica a lo sucedido en la décima etapa: “Entiendo lo que hay detrás de la carrera, está claro que hay que tenerle un respeto y en el ciclismo hay que contar con el calor y el frío. Pero hay momentos que se pueden anticipar y modificar. Si hay un plan B, el otro día no era necesario subir el puerto empapados y a 2 grados. Somos personas antes que ciclistas. A todos nos encanta competir, pero esas cosas van en contra de la competición. En lugar de favorecer el espectáculo, va en contra de los corredores y eso va en contra de la propia carrera. El ciclismo del siglo XXI no tiene que ser el del siglo XX. La salud es lo primero”.
Más allá de invitar a la reflexión, un veterano curtido en mil batallas como Luis León Sánchez, cargó directamente contra la CPA por, a su juicio, su inoperancia a la hora de proteger la salud de los corredores: “El problema no es ni de la organización del Giro, ni de la UCI. El problema es que si por nosotros no mira la propia Asociación de Ciclistas Profesionales, quién lo va a hacer. Sabiendo el día de descanso que al día siguiente iba a hacer muy mal tiempo, que en la subida las condiciones eran muy malas, con mucho viento, y había que afrontar una bajada de casi 50 km hasta meta… Sabíamos a los que nos exponíamos. La CPA es la única que puede decidir el quitar esa salida. Nosotros, en ningún momento, pensábamos en esquivar la etapa, sino sólo esa subida. La ACP no sé para qué está”.
El murciano, que tras el abandono de Pozzovivo es el corredor más veterano que queda en carrera en este Giro (39 años), no dudó en afirmar que esta es la gran vuelta con peores condiciones en las que ha competido: “Para mí, es la peor gran vuelta que he corrido. Llevo 29 y, por desgracia, el tiempo está siendo así. Las cosas son para todos iguales, aunque a algunos nos afecta más el frío y la lluvia que a otros. Intentaremos llegar lo más sano y salvos posible a Roma”. Y es que este año, más que nunca, llegar a la Ciudad Eterna será un éxito.