Una actitud como la de Carlos Rodríguez en la etapa final del Tour del Porvenir engrandece el deporte. Valentía, tesón, calidad, capacidad de sufrimiento, ambición… Aunque ofreció todo lo que tenía dentro para ganar la carrera, se quedó a sólo siete segundos de Tobias Johannessen, quien se defendió con la misma garra hasta el último metro. Un desenlace agónico y vibrante para una de las mejores ediciones recientes del Porvenir. Rodríguez se encontraba a 2:18 del líder antes del último parcial, el durísimo encadenado alpino Iseran-Petit Saint Bernard. Dos colosos por encima de los 2.000 metros de altitud. Un marco perfecto, con un lienzo aún más bello. La cabalgada de más de 70 kilómetros en solitario del andaluz le llevó a lograr un triunfo espectacular. Para conquistar la general necesitaba una proeza, y la consumó a medias, ya que no tumbó al noruego por un suspiro.

Con Igor Arrieta (hijo de José Luis, exprofesional y director del Movistar,) como escudero tras meterse en la escapada del día, Rodríguez pasó primero por la cima del Iseran por delante de su compañero en la Selección y de Tobias Johannessen. En el descenso, el granadino se lanzó a tumba abierta y abrió una ventaja que rondó siempre el 1:45 hasta el inicio del Col du Petit Saint Bernard, la última ascensión.

Mientras Rodríguez luchaba por delante para conseguir más diferencias, Anders, el gemelo de Tobias, se sacrificaba por detrás. El otro corredor nacional en competición, Raúl García Pierna (hijo de Félix García Casas, también exprofesional y responsable del ciclismo adaptado en la Federación), se reincorporó en ese grupo hasta que el ritmo de los nórdicos le asfixió, como a Arrieta. Los otros tres integrantes del sexteto, Marc Brustenga, Javier Romo y Juan Ayuso, abandonaron tocados. Sin embargo, los seis conforman una de las hornadas más brillantes y prometedoras para España. Ayuso se convirtió en junio en campeón del Baby Giro a los 18 años y comandaba el equipo junto a Rodríguez.

A los 20, el de Almuñécar explotó su potencial en el Porvenir de 2021 y firmó una obra maestra en el Petit Saint Bernard. En el Ineos, que le fichó hasta 2023, se frotan las manos con su crecimiento. Lástima que no completara la exhibición con el título. El trabajo de su hermano permitió al maillot amarillo reducir el hueco a 1:30 a 17 kilómetros de meta, cuando tomó la responsabilidad de la persecución en primera persona. En el mano a mano, Johannessen (de 21, del Uno-X) resistió por siete segundos y sucedió en el palmarés a su compatriota Tobias Foss (el todoterreno del Jumbo venció en 2019, 2020 se anuló por la pandemia). Pero hay ciclista. Una joya: Carlos Rodríguez.