Dos montoneras brutales en el inicio del Tour: Soler, Froome...

La tensión de los primeros días del Tour no tardó ni cuatro kilómetros en aparecer, cuando se produjo una caída al salir de Brest, pero los percances graves sucedieron en el tramo final de la jornada. Una imprudente espectadora provocó una terrible montonera a unos 45 kilómetros de Landerneau, y a 7,5 km de la meta hubo otra a mucha mayor velocidad. Michael Morkov, uno de los gregarios del Deceuninck y veterano respetado, pidió a los pocos supervivientes de la mujer que se frenaran para que los demás se reincorporaran. Tras la última colisión, con la carrera lanzada, nadie frenó. Superman López, Buchmann, Kruijswijk, O’Connor y Martin cedieron 1:49; Porte, 2:16; Simon Yates, 3:17; Valverde y Tao, 5:33; Barguil, 6:07; Woods, 8:49; Ion Izagirre, 11:05; Froome, 14:37; y Marc Soler, último en cruzar, 24:38.

“Allez opi, omi!”, se leía en el cartel de la causante del incidente, de espaldas al pelotón, sin saber lo que ocurría a su alrededor. Traducido del francés y del alemán: “¡Vamos abuelo, abuela!”. La mala suerte quiso que un ciclista germano se comiera esa pancarta, Tony Martin, y la carambola conllevó el abandono de un compatriota, Jasha Sütterlin, y que Soler penara con la muñeca derecha lastimada. La caída afectó a casi todos los corredores, bien golpeados, bien taponados, ya que el Jumbo-Visma comandaba al pelotón por la parte derecha del grupo y se bloqueó la calzada entera. Roglic completó lo que restaba de etapa con la bicicleta de Vingegaard, mientras que Kruijswijk acabó con una patilla rota. Enric Mas debió maniobrar y se salvó por milímetros, y junto a Thomas, Carapaz y Gaudu fueron los únicos favoritos que se salvaron del primer y del segundo accidente.

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A Superman le atraparon ambos jaleos. En el primero contactó. El segundo, como para Valverde, fue demasiado. “Qué putada por Miguel Ángel, Alejandro y Marc. Estas cosas pasan, una lástima que nos tocara a nosotros”, resumió Mas. Eso sí, el balear superó con nota el primer test, bien protegido por Cortina, Erviti y Valverde, hasta que el murciano también se marchó al suelo. Ion Izagirre, Omar Fraile y Jesús Herrada no esquivaron la última caída, como tampoco Porte, Tao, Martin, Simon Yates, Woods o Froome, visiblemente dolorido. Después de una costosa recuperación de sus lesiones del Dapuhiné de 2019, de las que todavía arrastra unas secuelas que no le dejan competir a su antiguo nivel, al cuádruple vencedor del Tour le evacuaron para efectuar escáneres.

Lemoine (con profundas heridas) y Konovalovas (con traumatismo craneal) se retiraron y Soler (con la cabeza radial rota) no partirá este domingo. Depende de cómo evolucione, alguno más quizá no tome la salida. Julian Alaphilippe, maillot amarillo, pidió cordura a los fans: “Solicito a las personas que acuden a seguirnos, que deberían como nosotros sentirse contentos por regresar a las carreteras, que pongan atención y respeten nuestro trabajo”. Christian Prudhomme, director del Tour, aseguró para Ouest France que presentarán una demanda contra la espectadora, que se encuentra desaparecida.