Tom Pidcock está siendo una de las grandes revelaciones de la temporada ciclista 2021 en su primera campaña como profesional en las filas del equipo Ineos, tal y como ha demostrado esta semana con su triunfo en la Flecha de Brabante y su segunda plaza en la Amstel Gold Race tras un agónico esprint con Wout Van Aert que se decidió tras consultar la foto finish.

Después de destaparse en categoría junior y plantar cara a Wout Van Aert y Mathieu Van der Poel en las grandes citas del ciclocrós, a Pidcock tan sólo le han bastado 12 días como profesional para reclamar un sitio en la élite del ciclismo.

Pidcock, que tiene en su haber triunfos como la París-Roubaix Juniors o la París-Roubaix sub-23 además de generales en pruebas como el Tour de Alsacia o el Giro de Italia sub-23, debutó como profesional en el Tour des Alpes Maritimes et du Var con una discreta actuación antes de darse a conocer en las clásicas.

El primer gran logro de Pidcock fue el tercer puesto logrado en la Kuurne-Bruselas-Kuurne y apenas una semana después el joevn ciclista británico logró resistir ante figuras como Wou Van Aert, Mathieu Van der Poel, Julian Alaphilippe o Egan Bernal para pelear por el triunfo en la Strade Bianche, donde fue quinto. Pidcock también brilló en la Milán-San Remo, donde no logró rematar el trabajo del Ineos pese a sus intentos de escaparse en la bajada del Poggio

Las Clásicas de Flandes (a la espera de París-Roubaix) han sido su único pero, ya que terminó algo lejos de los puestos de cabeza. Sin embargo, con la llegada de las Ardenas, Pidcock ha demostrado que puede ser un clasicómano que dé que hablar en los próximos años. Primero superando a Van Aert al esprint en la Flecha de Brabante. Y este domingo con su segundo puesto en la Amstel Gold Race, donde la foto finish y Van Aert le privaron del triunfo. Este miércoles Pidcock tiene una nueva ocasión de demostrar su talento en las exigentes rampas del Muro de Huy para consolidarse en la élite del pelotón a sus 21 años.