CICLISMO Y CINE

Un Everest en bici por Pantani

Oropa, escenario de una de las mayores gestas del 'Pirata', se convierte en la cima del mundo sobre ruedas para Federico Damiani en el documental '98double'.

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Marco Pantani, con la maglia rosa del Giro de Italia.
REUTERS

Millares de aficionados al ciclismo recuerdan cada 13 de enero a Marco Pantani, coincidiendo con la fecha de su nacimiento. Y después, la nada. “Al cabo de 30 segundos ya se han olvidado. Yo creo que para honrar a una persona nada mejor que la lucha, y pensando en Pantani, lo primero que te viene a la cabeza es la escalada”. Lo razona Federico Damiani, quien para homenajear al malogrado ciclista no se le ocurrió una idea mejor que subir al Everest. Y en bicicleta. Lo plasma el documental ‘98double’, que se puede ver en el ‘BCN Sports Film’.

Obviamente, y como quiera que ascender sobre dos ruedas a la montaña más alta del mundo es imposible, Damiani recurrió a lo que se conoce como un Everesting, es decir, subir de manera consecutiva cualquier desnivel positivo hasta alcanzar los 8.848 metros del Everest. Y escogió nada menos que Oropa, donde en el Giro de Italia de 1999 “demostró que lo imposible puede ser posible”. El lugar donde a Pantani se le rompió la cadena nada más iniciarse la subida, así que se detuvo, la reparó y, con la carrera lanzada, remontó y cruzó en solitario la línea de meta.

Hasta 13 veces tendría que subirlo Damiani hasta completar el Everesting, y para conseguirlo invirtió ocho meses de preparación física y también humana, recorriendo los lugares donde el mítico ‘Pirata’ había forjado su leyenda: Carpegna, los Dolomitas, Montecampione… La aventura comenzaba a las 4:45 horas del 9 de septiembre de 2018, noche cerrada, y con la ayuda de Roberto Damiani, director deportivo de equipos profesionales de la talla de Cofidis, Lampre, Mapei o Fassa Bortolo.

Fotograma del documental '98double', en el que Federico Damiani asciende el Oropa.

“Cuando Federico me propuso la idea, pensé que la genética existía y que está más loco que yo. Dedicar un Everesting a Pantani tiene un componente psicológico y humano y motivador enorme, porque te pones en peligro para recordar a un campeón absoluto y a alguien que sufrió mucho en la vida”, sentencia Roberto, quien supone un testimonio excepcional porque, además, estaba presente en Madonna di Campiglio el día en que Pantani era expulsado del Giro por dopaje, en lo que se conoce como su primera muerte.

“Había gente que celebraba que al final lo hubieran pillado, lo cual fue terrible. No entendían que, además de matar a un hombre, estaban destruyendo todo lo bueno que él y otros ciclistas habían hecho por el ciclismo. Pantani consiguió que la gente de la calle se interesase por el ciclismo, que se comprran una bicicleta y que siguieran el Giro”, reivindica.

"Había gente que celebraba que al final lo hubieran pillado. Además de matar a un hombre, estaban destruyendo todo lo bueno que había hecho por el ciclismo"

Roberto Damiani

Y así van transcurriendo, una tras otra, las 13 ascensiones desde Favaro hasta el santuario de Oropa. En la segunda, aún de madrugada, a Federico se le disparan las pulsaciones hasta 150 por minuto. Una vez transcurridos los 6.000 metros de desnivel positivo, ya ni siquiera le suben, de lo que concluye que “el factor mental es lo único que me mantiene vivo. El Everesting es más mental que físico”.

Finalmente, a las 18:43 horas, Federico Damiani corona el monte Oropa, o mejor dicho, alcanza la cima del Everest y se lo dedica a Marco Pantani, en lo que el documental pasa a un fundido a negro como lo fue la vida del ídolo italiano. El héroe que, por su doblete de Giro y Tour en 1998, da título a este ‘98double’.