Pese a que sólo tiene 31 años (cumplirá 32 el 29 de marzo), Jon Aberasturi será el ciclista más veterano de la plantilla del Caja Rural de 2021, con una edad media de 23,9. “Esta temporada me tocará ejercer un poco el papel de mentor con los más jóvenes. Llevo ya mucho tiempo en esto, con bagaje en distintas categorías y en distintos países, esa experiencia la puedes aportar y transmitir para ayudar a la gente que empieza”, explica a AS.

El alavés sabe bien lo que es buscarse la vida en su profesión, dentro, como velocista, y fuera, como cuando se quedó sin trabajo tras la desaparición del Euskadi en 2014: “Ni siquiera había explotado, así que me la jugué en 2015 a participar en la Vuelta a México con un equipo de allí, el Dym Jess Tlaxcala. Marcelino Pacheco me dio luego la oportunidad de fichar por el Ukyo, en Japón, y no dudé en hacer las maletas. Alcancé dos triunfos en 2016 y ocho en 2017, lo que se tradujo en la ocasión de regresar con el Murias en 2018”.

Desde entonces ha logrado al menos una victoria en cada de sus tres campañas en Segunda, como pro continental: “En 2018 debuté en La Vuelta a España y para 2019 me contrató el Caja Rural. Pienso que cada año doy un pasito adelante más, disputamos carreras más importantes y me veo cerca de los mejores”. A pesar de lo atípico de 2020 debido a la pandemia, Aberasturi ganó la jornada inaugural del Tour de Hungría. Al día siguiente se cayó vestido de líder: “Aquel accidente me lastró en La Vuelta. Las cosas no salieron como esperaba, aunque solventamos bien dentro de lo que cabe toda la incertidumbre que causó el virus y el confinamiento, ya que básicamente realizábamos rodillo, sin rodar fuera de casa”.

En 2021 comenzará a competir en la recuperada Clásica de Valencia, este domingo: “La idea es buscar buenos resultados cuanto antes. El Caja Rural ha de mostrar su nivel para recibir una de las dos invitaciones a La Vuelta. En este curso me gustaría conseguir un triunfo en La Vuelta. Creo que si dispongo del terreno propicio, está en mis piernas. Mi mayor éxito hasta ahora lo logré en la Vuelta a Burgos de 2019”. Mientras, a buscarse la vida, como analiza con humildad y buen humor: “Como esprínter en un conjunto de escaladores y cazaetapas me corresponde perseguir ruedas y abrirme hueco. Sin embargo, me valoran como una parte fundamental por los puestos y las opciones de victoria… y que gano de vez en cuando”.