VUELTA A BURGOS
De película lo que sucedió en la Vuelta a Burgos: los ciclistas a punto de salir volando...
Eran tan intensas las rachas de viento que se produjeron al acabar la etapa que los ciclista eran incapaces de mantiene el equilibrio.
El viento está siendo el gran protagonista en la Vuelta a Burgos casi a diario. En cada etapa, llana o de montaña, la aproximación a la llegada está marcada por la tensión y los abanicos, que están acumulando un desgaste tremendo en el pelotón. Viento que sopló de forma extrema en la cima del Picón Blanco, factor que influyó en el desenlace y que también dificultó la bajada de los corredores una vez terminó la etapa.
En las imágenes que acompañan a la noticia se ve cómo los corredores tienen muchas dificultades para mantenerse sobre la bicicleta y tienen que ser ayudados por asistentes y miembros de la organización. Tan complicada fue la situación que Marc Soler, ciclista del Movistar, decidió echarse la bicicleta al hombro para reducir el riesgo de caídas.
Según los datos de meteorología, las rachas de viento alcanzadas ayer en la provincia burgalesa superaron los 80 km/h, lo que en la cima del puerto se sintió mucho más. También fue un problema para la organización, que tuvo que desmontar todas las carpas para evitar que el viento provocase un accidente y estar vigilante de que aguantasen estructuras como el podio o la zona mixta. Para este viernes, los ciclistas volverán a contar con este elemento que está influyendo decisivamente en la prueba.