CICLISMO

Lappartient: "Sólo se hace un 5% de los análisis antidopaje"

El ciclismo trabaja en protocolos de seguridad y económicos tras publicar su calendario. El antidopaje baja gravemente y volverá tras el confinamiento.

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El presidente de la UCI David Lappartient, durante una rueda de prensa.
REINHARD EISENBAUER AFP

Después de publicar la primera parte del calendario de 2020, con el World Tour, Nacionales y Mundiales, la Unión Ciclista Internacional (UCI) centra ahora sus esfuerzos en perfeccionar los protocolos de seguridad y los de contención de la crisis económica de cara al regreso de la competición. David Lappartient, presidente de la UCI, atendió a AS junto a un escogido grupo de medios para analizar las líneas de su plan, resumidas en un punto: “Se trataba de salvar la economía de nuestro deporte. A partir de ahí, actuaremos con responsabilidad y de acuerdo a cómo evolucione la pandemia”.

El organismo considera suficiente el margen de casi cuatro meses hasta que arranque el Tour de Francia (del 29 de agosto al 20 de septiembre), el evento sobre el que han establecido las bases del nuevo programa: “Comprimimos todo en poco más de tres meses, 103 días, porque lo consideramos factible. Sin Tour, sería un desastre. Representa el 50% de la visibilidad de un equipo. Si se disputa mejorará la situación de escuadras y corredores. De momento, cualquier recorte de sueldo debe justificarse y pasar por uno de nuestros auditores. El impacto negativo bajará con el transcurso de las carreras. Sabemos que sufriremos despidos y desapariciones, y por eso deseamos que ese daño resulte mínimo. Se liberarán avales de contrato y se ayudará en los casos más complicados. Aparte, continúan las negociaciones para determinar el número de integrantes en las diferentes pruebas o si se envían más invitaciones”.

Respecto a la seguridad, se trabaja en “un amplio abanico de medidas con margen para que se perfeccionen hasta el 1 de agosto (fecha de vuelta del World Tour)”. Por ejemplo, realizar test de coronavirus al pelotón antes de que se ponga en marcha para certificar que “no exista nada de riesgo de contagio entre ciclistas, técnicos y auxiliares”. “Permanecemos en contacto con la autoridad sanitaria y nuestro departamento médico para ajustar los pasos a tomar si se revela un positivo”, amplió Lappartient. Entre estos pasos no se descartan las anulaciones. También se prevé disponer de vallado doble en salidas y metas, o preparar escenarios a puerta cerrada, como los que se ensayaron en la París-Niza. Otros problemas de logística que necesitarán profundizar en la solución: desplazamientos (dependerá de la movilidad de distintos países) y alojamientos (se requerirán más hoteles para guardar las distancias y reforzar su desinfección).

Un último obstáculo, y en absoluto menor: el antidopaje. Lappartient admitió que durante este periodo de confinamiento generalizado en el mundo sólo se ha llevado a cabo “cerca del 5% de los análisis comparado con las épocas normales”. Tom Dumoulin, Romain Bardet o Thibaut Pinot denunciaron en redes sociales la ausencia de controles: “El pasaporte biológico señalará si hubo trampas entre el inicio y el final de los confinamientos. Y cuando decaigan los aislamientos, retomaremos los test con su actividad habitual”. Aun así, el presidente de la UCI repitió la condición número uno: “Toda previsión saltará por los aires si la pandemia no remite, seguiremos las recomendaciones de los Gobiernos y las instituciones de Salud. Nos arriesgamos a perder una campaña y a sufrir un grave perjuicio económico”.