Iván Sosa llegaba a la Vuelta a Burgos con las ideas claras: “Me encantaría defender el título conseguido en 2018”. El colombiano del Ineos, de 21 años, aprovechó la primera jornada de montaña para demostrar su fortaleza. Un certero ataque a poco más de dos kilómetros para coronar el Picón Blanco le sirvió para añadir la cumbre a su palmarés. La edición anterior se la llevó gracias a su victoria en las Lagunas de Neila: “Me sentí fenomenal, ya conocía la subida y salió todo perfecto. El equipo trabajó de manera magnífica”. El control del Ineos y el viento de cara impidieron una ascensión más vistosa. Óscar Rodríguez entró segundo, a 17 segundos, y Antonio Pedrero, tercero, a 24.

El dorsal número uno, que logró su segundo triunfo de la temporada (tras un parcial en la Ruta de Occitania), sucedió en el Picón a su compatriota Supermán López. Mikel Landa inauguró en 2017 este puerto recomendado por Íñigo Cuesta, exprofesional natural de la vecina Villarcayo. La Vuelta a España sopesa incluirlo en un futuro no muy lejano en su recorrido. Y en su puesta a punto para la ronda nacional que comenzará el próximo 24 de agosto, David de la Cruz acabó cuarto, a 30 segundos, y Richard Carapaz, sexto, a 37. El ganador del pasado Giro coge poco a poco un buen ritmo de competición.

Ángel Madrazo (Burgos-BH), Juan Camacho (Kometa), Lucas de Rossi (Delko), Matthias Brändle (Israel), Arnaud Courteille (Vital Concept) y Simon Pellaud (IAM Excelsior) integraron la fuga del día. Madrazo y Pellaud, últimos supervivientes, fueron atrapados a siete kilómetros de la cima. El Movistar e Ineos tomaron las riendas del pelotón en la aproximación al Picón Blanco para los principales favoritos: Carapaz y Sosa. Como era de esperar, Giacomo Nizzolo, velocista, perdió el liderato. El italiano dispondrá este viernes de una nueva oportunidad en la meta de Clunia.