CICLISMO

Rotor: la empresa española que desafió a los gigantes

Rotor es una compañía española de componentes de bicicleta que ha logrado hacerse un hueco en el mercado a base de innovación.

0

Para entender la posición de la empresa española de componentes Rotor en el panorama actual, hay que remontarse a 2008 y a un ciclista, Carlos Sastre. El madrileño lograba ganar la etapa de Alpe d'Huez (y a posteriori el Tour de Francia) con una innovación que llevaba la firma de esta compañía: el plato ovalado (Q-Rings) que lograron popularizar. “Fue la gran apuesta de ese momento y Carlos creyó en nosotros, llegó en una época en la que un éxito de este calibre significaba seguir o caer y pudimos seguir”, explica Pablo Carrasco, cofundador de esta compañía que creó en 1994 junto a Ignacio Estellés. Aquel éxito luce en las paredes de la oficina de Rotor en Ajalvir (cerca de Torrejón, en Madrid), junto con otros nombres que han llevado a esta marca a hacerse un hueco entre los grandes gigantes del sector. Su maillot amarillo, el de campeona del mundo de Marianne Voss, la maglia rosa de Ryder Hesjedal, el mono de Mario Mola... decoran el lugar de trabajo de un equipo que diariamente busca la manera de abrirse hueco en un mundo donde pelean ante marcas inmensas como Shimano, Campagnolo o Sram. “Pero eso es lo que nos da más maniobrabilidad con respecto a las grandes marcas, no tenemos miedo a innovar...”, explican.

Y en esa búsqueda de la innovación, este año volvieron a presentar una iniciativa que daría mucho que hablar, un monoplato 1x13 con la intención de revolucionar el ciclismo de carretera. Conscientes de que en el mundo del MTB se ha impuesto, la intención es ofrecer una alternativa que cuente con las misma velocidades que un cambio de 11 y dos platos, ya que explican que en la práctica, debido a las convalidaciones, en ese caso sólo existen 14 velocidades y no 22. El nuevo sistema (hidraúlico) ofrece las mismas prestaciones sin los problemas del desviador delantero y el cambio de plato. Pablo Carrasco es optimista: “Sí veo que se impondrá, tenemos datos de cadencia, pedaleo, potencia que nos arrojan las ventajas de este sistema. Llevará su tiempo, pero la mejora es evidente”.

En el pelotón

Un sistema que llega después de que otras compañías lanzasen iniciativas parecidas sin suerte y que hasta un equipo profesional como el ya desaparecido equipo Acqua Blue intentase revolucionar el pelotón con un monoplato de 1x11 que no cuajó. “Fue precipitado, era sólo 1x11 y no abarcaba el rango que necesita cubrir un profesional”, coinciden David Martínez, director de ingeniería, y Pablo Ortega, director de ventas. “Aquel 1x11 fue una insensatez, un 1x12 podría haber funcionado pero con trabas y obligando a cambiar de bici en situaciones determinadas, mientras que pensamos que con el 1x13 no hay excusas”, matiza Pablo Carrasco. El sistema también se ha lanzado para disciplinas como ciclocross o gravel. Y, según aseguran en Rotor, la acogida del mercado en este año de lanzamiento “está siendo buena”. El precio va desde los 1.999 euros.

Aún así, son conscientes de la dificultad de implantar un cambio así en competición, aunque para ello trabajan codo con codo con deportistas de alto nivel como Mario Mola en triatlón, Ismael Esteban en ciclocross o equipos de MTB como el Primaflor-Mondraker-Rotor, Specialized, CST Sandd, BH Templo Cafes, Absolute Absalon.... Aunque el gran escaparate sigue siendo el ciclismo de carretera, donde también forman parte de algunos de los equipos más importantes del panorama actual. Dos de ellos, presentes en el próximo Tour de Francia como Dimension Data o Ag2r-La Mondiale, así como estructuras profesionales como Wallonie-Bruxelles, Voralberg, Efapel, Kometa... e incluso como segundo patrocinador del equipo femenino WTN-ROTOR. “La relación con los profesionales es buena, estamos presentes en los training camps, y explicamos los nuevos productos a los ciclistas. Es normal que a veces sean reacios a las novedades o necesiten tiempo para los cambios. Bueno, en realidad cada uno es un mundo”, explica Julio Madrigal, el enlace entre empresa y equipos. Desde la compañía se asegura que no se pierde detalle de las nuevas necesidades en la alta competición como en las nuevas reglamentaciones y discusiones en la UCI, por ejemplo en el ámbito de los potenciómetros, en el que también están inmersos.

La fábrica en casa

Pero una de las características diferenciadoras de esta empresa se encuentra a apenas unos metros de la oficina, en el mismo polígono de Ajalvir. Y es que la fábrica está a unos pocos metros: en las instalaciones de EDR (Enrique del Rey), una empresa que ha fabricado piezas para motos e incluso aviones, pero que pronto colaboró con Rotor y ahora forman parte del equipo. Esa cercanía posibilita que cerebro y manos de la empresa trabajen conjuntamente, e influencia directa sobre prototipos y proceso de fabricación. También la confianza en un fabricante que cuenta con la última tecnología y más de 30 años de experiencia.

Tanta confianza tienen que es normal que embajadores de la marca, socios o incluso los propios deportistas sean invitados a las instalaciones para ver de primera mano el proceso de fabricación desde los departamentos de desarrollo hasta cómo bloques de metal se convierten en precisas piezas de sus componentes. Todo para que el conjunto no sea más que una empresa de ciclistas para ciclistas, como bien demuestran al mediodía cuando buena parte de la oficina sale a rodar. Una compañía con proyección global, distribuidores en los cinco continentes que, desde su planteamiento hasta su fabricación, es 100% 'made in Spain', pero que a base de innovación han logrado hacerse un hueco entre los gigantes del séctor.