La París-Roubaix, esa cita tan especial y marcada en roja en el calendario, tiene este domingo, 14 de abril, su 117º edición. Para el ganador, además de entrar en la historia (cada ganador tiene una ducha en su nombre en el velódromo de Roubaix), recibe un suculento premio económico, mucho más bajo que en otros deportes pero por encima de la media en pruebas ciclistas de un día.

Hay premio para los 20 primeros clasificados. El ganador, que el año pasado fue Peter Sagan, se embolsa una cantidad de 30.000 euros. El podio lo completaron, en 2018, Silvan Dillier, ganando 22.000 euros, y Niki Terpstra, tercero, con 15.000 euros. En posición descendente, los premios se reparten hasta el 20º clasificado: 4º (7.500), 5º (3.200), 6º (1.700), 7º (1.500), 8º (1.300), 9º (1.200), 10º (1.100), 11º (1.000), 12º (900), 13º (800), 14º (700), 15º (600) y del 16º al 20º, 500 euros.

El ganador del Tour de Francia, por ejemplo, recibe 500.000 euros, y dicha carrera, cuya organización también se encarga de este monumento, reparte 2,5 millones en la ronda gala. El año pasado Sagan se llevó, como es habitual, la piedra de 15 kilogramos en honor al ganador. El eslovaco también está en la terna de favoritos para esta edición.