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TOUR DE FRANCIA

Landa: “Ahora me toca sacar lo que llevo en las piernas”

Landa (Murguía, 28 años) afronta en el Tour de 2018 su primera ocasión de liderar a un equipo, el Movistar, y aspirar al título. El alavés charló con As.

FranciaActualizado a
Landa: “Ahora me toca sacar lo que llevo en las piernas”
Dani Sánchez

¿Qué le parece la alineación que presenta el Movistar en el Tour?

Se trata de un bloque muy sólido, seguramente de los más fuertes del pelotón.

¿No queda un poco descompensado con tres líderes?

No, y ya sabíamos cómo íbamos a perfilar el ocho en los últimos meses. Contaremos con tres bazas, dos corredores para el llano y el pavés, Erviti y Bennati, Amador y Soler para la montaña y la contrarreloj por equipos, y Rojas para ayudar también en días llanos y de media montaña.

¿Cómo se plantea usted la carrera?

Mi principal objetivo pasa por superar las primeras nueve jornadas sin caídas ni lesiones para así poder sacar todo lo que hay en mis piernas. Me toca ahora. No me pongo techo.

¿Imponen los adoquines de la Roubaix?

Sí, no tienen nada que ver con las piedras que probé en Bélgica. Casi me pareció peor conocer esos durísimos caminos, deberemos salvarlos como sea.

¿Le preocupan sus prestaciones en la crono?

En este Tour será más decisiva la contrarreloj por escuadras que la individual. Tendremos que procurar minimizar pérdidas y sacar ventaja a algunos rivales. Con un minuto de desventaja me conformaría. En la última crono, la individual, decidirán más las fuerzas que ser un especialista.

¿Ha realizado una aproximación adecuada o echa en falta más competición?

Sí, todo según lo planeado… a pesar de que a veces te gustaría rebobinar y volver a hacer algo mejor. Sin embargo, me encuentro en perfectas condiciones, tanto físicas como mentales.

¿De verdad se gestionará sin problemas la triple jefatura?

De partida pretendemos que la primera semana no elimine ninguna aspiración y, después, ir a aprovechar la ventaja numérica. Que ataque una vez el más fuerte, otra el menos controlado… no esperar a que la carretera defina un solo líder, sino aprovechar cada día y cada oportunidad para hacer daño.

¿No habrá lucha de egos con Nairo Quintana y Alejandro Valverde?

Nairo y yo somos de un perfil bastante similar, escaladores puros. Con Alejandro disfrutamos de un ciclista más completo y experimentado. Sólo deseo que no nos quedemos con las ganas, no esperar, apretar a los demás y buscar lo mejor para los tres.

¿Qué tal los primeros meses con el Movistar?

Francamente bien. A muchos de los españoles les conocía. He llegado a un grupo simpático y comprometido, y me siento cómodo tras cuatro campañas fuera de casa, con el mismo idioma y una forma de ser que se asemeja a mi estilo.

Describa su relación con Valverde y Nairo.

Con Alejandro no he coincidido apenas, únicamente en las clásicas de las Ardenas. Se trata de un tío cercano y de buen carácter, al que le resulta muy fácil esto de la bicicleta. Con Nairo he compartido capitanía en País Vasco y Suiza. Nos llevamos bien y juntos podemos convertirnos en una dupla poderosa para la montaña.

Entonces, ¿sintonizan bien?

Sí. Se han establecido jerarquías y somos tres, no se producirá ninguna duda.

En 2017 reclamó galones públicamente y dijo que nunca más actuaría como gregario después de quedarse a un segundo del cajón de París como escudero de Froome. ¿Ha adquirido ese rol ya en Movistar?

Sí. Ejercí el liderato en Andalucía, Tirreno o País Vasco, donde me echó una mano Nairo, que yo correspondí en Suiza. Cuando comenté que no volvería a pararme no significaba que no lo haría más, sino que si me tocaba trabajar sería por mi propia elección, no obligado. Como en las Ardenas con Alejandro, con quien intenté aprender el oficio de clasicómano.

¿Nota que se le pide tomar el relevo en España y conseguir victorias de manera inmediata?

A nivel mediático, un poco sí. Entiendo que el país exija una cabeza visible. Asumiré mi responsabilidad, consciente de mis características, de mis 28 años y de mi trayectoria. Parece que debo conquistar mi primera grande en el Tour, y tampoco es eso. Lo buscaré, claro, nadie lo anhela más que yo. Y si no, a por más desafíos, a no rendirme. Disputo esta temporada con el afán de consolidar lo bueno apuntado hasta la fecha y dar un paso adelante, con ambición y con los pies en el suelo.

¿Se considera un potencial vencedor del Tour?

Sí.

¿Y se colocaría entre los candidatos de esta edición?

Sí. A día de hoy me veo entre los máximos favoritos, aunque quizá con el podio me marcharía satisfecho. Existen indicadores que me confirman que aspiro a ganar.

¿Cuáles son esos indicadores?

Me encuentro entre los mejores en la escalada, me he preparado bien, sin perder el tiempo, y en 2017 me sobró, o faltó, un segundo para alcanzar la tercera plaza de Bardet como gregario. Si se apuesta por mí, me siento listo para responder.

¿Y sus defectos?

Necesitaría un poco más de consistencia y la contrarreloj me penaliza todavía.

Enumere los principales adversarios para el Tour.

Froome, el primero. Luego, Nibali, Porte y Bardet.

¿Su opinión de la absolución de Froome?

Que al fin acabó el culebrón. Si logró justificar sus argumentos de defensa y que le exoneraran la UCI y la AMA, pues bienvenido, pero seguro que los aficionados se lo recuerdan y no están tan contentos.

¿Tiene claro su calendario después del Tour?

Sí. Quiero acudir en buenas condiciones a la Vuelta y llegar a tope al Mundial.