NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

CICLISMO

"Cuando uno daba positivo pensábamos que era estúpido, pero tomábamos lo mismo"

En una entrevista al medio belga Sporza, el ex ciclista Michael Boogerd, que admitió haberse dopado durante su carrera, reveló cómo decidió hacer pública su confesión.

Actualizado a
Michael Boogerd bebe agua durante una etapa del Tour de Francia 2007.
IAN LANGSDONREUTERS

Michael Boogerd, uno de los grandes ciclistas holandeses en la década de 1990 y 2000, reconoció en 2013 haberse dopado entre 1997 y 2007, el año en que anunció su retirada. 5 años después de esa confesión Boogerd ofreció una entrevista al medio belga Sporza donde confesó cómo se vivía el dopaje entonces en el pelotón. "Cuando competía, algunos ciclistas daban positivo y entonces pensábamos, "Jesús, qué tipo tan estúpido". No porque nosotros fuéramos perfectos, pero pensabas que ese bastardo había tomado demasiado mientras que tu tomabas lo mismo, aunque yo nunca di positivo. Piensas que no estás haciendo nada incorrecto, pero luego te derrumbas"

Boogerd siente que, pese a llevar más de 10 años retirado y haber confesado su dopaje ahce 5, aún lamenta lo que hizo. "Hubo un tiempo en el que el dopaje solía ser común en el pelotón, pero esa presión no la he conocido, no puedes olvidarte de esa miseria, todavía me persigue".

Al holandés, ganador la Volta a Catalunya en dos ocasiones y de dos etapas en el Tour de Francia, se le retiraron a posteriori sus resultados entre 2005 y 2007 e incluso se le impuso una sanción de 2 años que venció el pasado mes de diciembre pese a estar retirado. Boogerd confesó que la investigación de dopaje sobre Lance Armstrong le hizo dar el paso para confesar. "Cuando salió la historia de Armstrong en 2012, me sedujeron para contar la mía. En los Países Bajos fue una exgaeración. No me dejaban sólo ni un día y durante el parto de mi esposa me llamaron hasta siete veces y me sentí acosado por los medios. De octubre a marzo pensé en confesar. Fue una montaña rusa emocional, especialmente porque ya no lo esperas, pero al final sabía que no podía durar toda la vida".