Roglic vuela y es líder; Nairo y Landa pierden enteros

La crono de este año en la Vuelta al País Vasco cambió su habitual ubicación en el cierre de la carrera para dibujar un panorama nuevo, con mucha expectación. La organización lo situó justo en medio, con espacio para reparar desperfectos, porque el último día presenta en esta ocasión la mítica subida a Arrate. Pero esa invitación a la sorpresa quedó destrozada desde las primeras pedaladas por Roglic, que venía golpeando los tambores de guerra sobre un cantado hachazo desde que subió el telón de la Itzulia. En un recorrido de 19,4 kilómetros totalmente llanos, sin tramos revirados ni zonas de descanso, había que estar casi media hora acoplado a la máquina con un esfuerzo constante. El mordisco a partir de Sartaguda, poco después de la mitad de travesía, hasta meta, con un desarrollo de 58 de plato fue abismal, como el año pasado camino de Eibar. Su forma de entrar en la meta de Lodosa fue una exigencia clara de txapela: muy tumbado, con una potencia descomunal. Antes de dedicarse al ciclismo hacía saltos de esquí, lo de hoy en la Itzulia ha sido un brinco con doble tirabuzón.

Era importante entrar en la zona de zigzagueo con inteligencia, sin aire nervioso, sin levantarse mucho, confiando en la potencia y habilidad. El viento apenas jugaba sus bazas, soplaba de frente y al final impulsaba por atrás. Y eso que el esloveno arrancó algo espeso, con mucho desarrollo y sin coger el ritmo preciso hasta pasados unos kilómetros. Bevin, en una etapa progresiva y con el mejor tiempo vigente durante casi toda la tarde (22:35), esperaba paciente en meta la entrada del corredor del Lotto Jumbo. Pero lo vio pasar quitando las pegatinas de las vallas, con 22:26. Arrasó a todos: 14 segundos mejor que todo un especialista como Castroviejo, 42 que Alaphilippe, 43 que Mollema, 1:16 que Landa…

El recorrido albergaba alguna zona de curvas al inicio, pero luego hasta el ecuador de Sartaguda era recto. En el punto casi intermedio de 9,4 km Cavagna marcaba un tiempo fantástico de 11:01, con Roglic tercero a 18 segundos, 21 menos que Alaphilippe y 26 menos que Ion Izagirre. Landa (11:54) no iba del todo acoplado, tirando más de isquiotibial, abriendo mucho la pierna izquierda, pero confiaba en su punch final. En Sartaguda, Roglic ya era el mejor, con 15:23, 24 segundos mejor que Mollema. Se dio un momento cómico ahí antes del paso del líder Alaphilippe, con un espontáneo ataviado con una bandera republicana y haciendo gestos obscenos, lo que motivó que tres motos de la Guardia Civil parasen y ocupasen el ancho de la calzada para retenerle. En la general el esloveno deja a Alaphilippe a 34 segundo, a Mollema a 1:33, a Nairo a 2:08 y a Landa a 2:11. Queda mucha tela por cortar pero el traje de campeón lo tiene medio hecho.

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