La resaca de la Milán-San Remo 2017 ha llegado hasta su siguiente edición. Peter Sagan atacó en el Poggio, Kwiatkowski y Alaphilippe siguieron su rueda, pero no dieron ningún relevo al eslovaco. En el sprint el ciclista del Sky se aprovechó y ganó el primer monumento del año. "Lo que importa es el espectáculo, Kwiatkowski ganó por no darlo", apuntó Sagan en la previa. "Además de fuerza hay que tener cabeza", replicó el polaco. Cruce de declaraciones, tensión entre ambos y una cita: este sábado en la Milán-San Remo 2018.
Los dos vuelven a ser los grandes favoritos a la victoria final, en un recorrido de 291 kilómetros prácticamente llano, con La Cipressa y el Poggio, y con su pique han eclipsado al resto de protagonistas. Kwiatkowski llega enchufado tras ganar la Tirreno-Adriático. Ha alcanzado su madurez y con la experiencia de los años anteriores es claro favorito en cada clásica. Quiere repetir título, pero Sagan no soltará su rueda. El eslovaco ha comenzado más discreto el año, sólo ha ganado una etapa en el Tour Down Under, pero su punta de velocidad y visión del ciclismo arriesgado le ponen en la pelea. Es el duelo que toda la afición quiere ver, pero habrá más invitados.
Se echará de menos a Gaviria (lesionado), Bouhanni y Degenkolb, pero el cartel es de lujo. Astana ha preparado un equipo potente para hacerse con el primer monumento. Un Lutsenko en racha será uno de los escuderos de Luis León Sánchez, quien parte como primer caballo de los kazajos. Omar Fraile, Gatto y Cort Nielsen serán algunos de sus compañeros. Un conjunto ganador. Gilbert también está en la quiniela. "Quiero ganar todos los monumentos", aseguró el belga antes de la carrera. La Milán-San Remo todavía no está en su palmarés, y la quiere. Tampoco se puede obviar a Kristoff, en el UAE ha vuelto a su mejor nivel. En cuanto a españoles, además de los Astana, Lobato y Barbero también buscarán su oportunidad. El primer monumento está en liza.