-Llegó la cita del año en la pista y muchas esperanzas españolas están puestas en su participación, que arranca el sábado en omnium. Como bronce en el anterior Mundial y actual Campeón de Europa, es usted uno de los favoritos.
-No sé si favorito, pero lo que he notado, sobre todo, es que sí soy más vigilado. Después del oro europeo, por ejemplo, competí en pruebas como los Seis Días de Berlín o Londres y notaba que me dejaban la responsabilidad... Es normal, yo también miro la lista de participantes, trayectoria, estado de forma...

-¿Una dificultad añadida?
-Trabajo para saber gestionar esos momentos en los que todos te dan como favorito o, al menos, sabes que te van a marcar muy de cerca. Está claro que si todo el mundo espera tu movimiento, todo es más difícil.

-La otra bala estará en la madison junto a Sebastián Mora, una prueba muy espectacular.
-¡Es un arte! Cuando la veía de pequeño me parecía complejísima. Hay que atender a muchos factores como dónde está tu compañero, dónde está el del que va delante, dónde dar el relevo... La típìca caída es cuando se aparta un rival hacia la derecha. También hay que llevar los puntos en la cabeza, cómo va la carrera... Al final, a base de horas esos elementos se convierten en automatismos. En España no tenemos la escuela que Holanda o Bélgica, pero siempre hemos logrado resultados a base de trabajo y talento. Ahí está Joan Llaneras, Alzamora, Isaac Gálvez, Tauler... A Mora y a mí, quizá nos falte competencia en España, pero nos centramos al 100% en el objetivo y evitamos cualquier relajación.

-¿Y con qué resultado se iría usted contento de Apeldoorn?
Trabajo para lograr dos oros. A una plata o a un bronce le doy muchísimo valor. Pero cuando fui tercero en el Mundial pareció una decepción. Incluso yo me quedé frío al tener el título tan cerca. De todo aquello aprendí mucho... (se queda pensativo). ¿Objetivo? No me gustaría volver sin un maillot arcoíris.

-Entra en las tempraneras quinielas para conquistar una medalla en Tokio.
Desde Río para acá todo me va más de cara. La madison ha vuelto al programa olímpico y el nuevo formato de omnium (de seis pruebas en dos días a cuatro en uno) se adapta mejor a mi perfil. En Londres 2012 me dí cuenta de lo que significan unos Juegos y ver Río por la tele fue duro. Me dije: ‘en el próximo ciclo quiero ser protagonista’.

-Se le ve optimista, pero no siempre fue así...
Lo que he logrado en mi carrera ha sido por méritos propios. He pasado fases duras, donde desde la propia Selección sentía que no se apostaba por mí cuando yo soy el primero que cuando no estoy bien doy un paso atrás. Pensé que tenía que demostrar más que el resto. Si estoy aquí es porque me encanta la pista, pero he superado trabas que estoy convencido que hubiesen hecho a mucha gente dejar este deporte.