Wallays firma la sexta etapa, Nájar a un paso del triunfo final
Sorprendió al grupo de fuga marchándose en solitario a seis kilómetros de meta, donde entró con dos segundos de ventaja sobre el grupo que encabezaban el colombiano Robinson Oyola.
Aunque con una temperatura un poco más fresca que el año pasado, cuando el Jurado Técnico, a petición de Tom Boonen, tuvo que recortar los últimos 17,6 km de etapa de la Difunta Correa en aplicación del Protocolo de Condiciones Extremas de la UCI (Art. 2.2.029 del reglamento), los corredores han pasado hoy otro infierno. Entonces se alcanzaron los 44º, algunos más que hoy, pero a diferencia de entonces el viento, siempre enemigo de los ciclistas, ha soplado en algunos tramos con fuerza, haciendo más difícil el pedaleo de los corredores.
Zonda es el viento que muchas veces azota la región de Cuyo. Es el culpable de las altas temperaturas que en ocasiones se da en esta zona de Argentina y del Mundo. Sin embargo, aunque no ha sido el Zonda el que ha soplado hoy, porque venía del sur y no de los Andes, la temperatura ha sido elevada, aunque nada que ver con el año pasado. Así, pese a los nervios en el pelotón y los intentos por hacer ‘abanicos’ de los equipos UAE Emirates, con Filippo Ganna muy activo, Bora-Hansgrohe y Medellín, al menos por lo que a la clasificación general se refiere no ha pasado nada, si bien Najar se ha dejado 11 segundos con el resto de favoritos por no arriesgar en los últimos kilómetros.
Después de muchos intentos y un ritmo infernal desde el inicio, un grupo de 17 corredores ha logrado fugarse. Eran Alafaci (Trek), Sepúlveda (Movistar), Camacho y Rubiano (Coldeportes), Oyola (Medellín), Astiasarán (Mardan), Wallays (Lotto-Soudal), Keisse (Quick Step), Adrián Richeze (Fátima), Masnada (Androni), Bais (Italia), Zabala (Caja Rural), McCabe, Alzate y Putt (UnitedHealtcare), Tivani (Pocito) y Presa (Uruguay).
Nunca han tenido más de tres minutos, pero han conseguido luchar por la victoria de etapa pese al ritmo que, en momentos puntuales, cuando intentaban hacer ‘abanicos’, había en el pelotón. Pero solo en momentos puntuales, porque después volvía la calma.
Tras varios ataques del italiano Masnada (Androni) por irse en solitario, el intento bueno, el de la verdad, ha corrido a cargo del belga Jelle Wallays (Lotto-Soudal). Faltaban seis kilómetros para la meta cuando se ha producido y ni sus compañeros de aventura ni el pelotón, que ha despertado demasiado tarde, han podido evitar su triunfo.
“No soy un ganador, pero hoy estaba en buena situación y he podido ganar”, ha explica el belga. “Es muy bonito ganar tan pronto y espero seguir con esta buena suerte en las próximas carreras. Casi todas mis victorias las he conseguido en solitario y en condiciones extremas: con mucha lluvia y frío o con mucho calor”, el caso de hoy.
Wallays llevaba año y medio sin ganar, desde el Gran Premio Pino Cerami 2016. Pero el año pasado hizo una grandísima gesta al finalizar la Vuelta a España con dos costillas y la muñeca derecha rotas. En su palmarés también hay una París-Tours sub 23 en 2010 y otra profesional en 2014, la clásica A Través de Bélgica 2015 y, entre otras, el Dúo Normando de ese mismo año haciendo pareja con Víctor Campenaerts. Es buen contrarrelojista y hoy lo ha vuelto a demostrar.
Gracias a esta victoria, el Lotto-Soudal ya suma cuatro triunfos este año, ya que André Greipel ganó dos etapas en el Tour Dowun Under, en Australia, y Tim Wellens una en Mallorca, el Trofeo Serra de Tramuntana. Es por el momento el equipo más laureado del World Tour, aunque Androni suma igual número de victorias.
Tanto o más feliz que el belga está el líder, Gonzalo Najar. Algunos equipos, y sus líderes respectivos, como es el caso de Óscar Sevilla y Filippo Ganna, soñaban con sorprenderle en la lucha contra el viento, pero perfectamente arropado por el SEP San Juan y un Juan Pablo Dotti encomiable, nunca ha llegado a pasar peligro. Najar, pese a los segundos perdidos, se presenta como virtual ganador de la Vuelta a San Juan 2018.
“Ha sido una etapa muy complicada por el viento, pero el equipo ha salido con el objetivo de protegerme y al final todo ha ido como esperábamos”, ha dicho el joven (24 años) corredor que mañana puede ver cumplido su sueño. “Me veo vencedor”.
Mañana se disputa la última etapa de la Vuelta. Sobre el papel ya nada debería cambiar en la clasificación general, aunque cualquier incidente podría tener consecuencias. Lo más normal es que se resuelva al sprint, si bien el año pasado Max Richeze sorprendió a todos y, con unos metros de ventaja, se presentó en solitario bajo la pancarta de meta, logrando así el segundo de sus dos triunfos parciales.
Los rivales del Quick Step vigilaban en el último kilómetro a Gaviria y Boonen y, libre de marca, Richeze aprovechó inteligentemente el momento para adelantarse y llevarse el triunfo. ¿Qué pasará en esta ocasión?
El recorrido no tiene ninguna dificultad y consta de nueve vueltas al tradicional circuito de la Circunvalación de San Juan. La meta estará situada frente a la sede del Diario de Cuyo, referencia en esta región argentina. El calor y, si sopla, el viento podrían ser los únicos obstáculos, además de los intentos de escapada que, ante un público entregado, en ocasiones hasta 100.000 personas, pueden producirse.
En la pasada edición, de hecho, Nibali, Dotti y Najar, la gran revelación de este año, protagonizaron una fuga que puso en jaque al pelotón. Debido al calor de aquel día (45º), los organizadores y el Jurado Técnico decidieron quitar una vuelta al circuito.