Este miércoles se presentó la 101ª edición del Giro de Italia en los estudios de la RAI en Milán, pero el recorrido quedó casi en un segundo plano cuando en la pantalla detrás del escenario se emitió un vídeo donde aparecía Chris Froome despejando el suspense de las últimas semanas: “Espero verlos a todos en el próximo Giro”. Un mensaje con el que confirmaba que su reto en 2018 será entrar en el exclusivo club de ciclistas que han ganado las tres grandes. Y no de cualquier manera. Tras ganar Tour y Vuelta en 2017 (doblete inédito en ese orden), intentará enlazarlo con el Giro, algo que sólo Merckx e Hinault han logrado en la historia.

“Es emocionante hacer lo que la gente no se espera”, afirma el británico, consciente de que parece arriesgado, por los precedentes cercanos de Contador o Nairo, planificar en 2018 un doblete Giro-Tour poniendo en peligro el asalto a su quinto Tour. “Lo hemos estudiado y hay una semana más de lo normal entre las dos carreras”.

El británico estará en la ya conocida salida del 4 de mayo en Jerusalén y los organizadores han hecho realidad sus deseos. Ha podido ayudar la oferta de dos millones que, según De Telegraaf o Cycling Weekly, habría recibido el líder del Sky y que el trazado se adapta bien a sus características, como dejó caer ayer Nibali, y no tanto al campeón de 2017, Dumoulin, que no se mojó: “Habrá que estudiarlo”.

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Un trazado con menos crono de lo que se rumoreaba, ya que tras la inicial en Jerusalén de 9,7 km, “corta pero muy técnica”, como apuntó un Contador presente ayer en Milán, ya no habrá más hasta la 16ª etapa, con 34,5 km. En cuanto a la montaña, la primera toma de contacto será en el Etna, después de que el pelotón llegue a Sicilia tras tres jornadas en Israel. Ya en la península, cimas como Gran Sasso o Zoncolan serán momentos claves antes de unos Alpes decisivos, con tres finales en Prato Nevoso, Bardonechia (previo paso por el duro y sin asfaltar Colle delle Finestre) y penúltima jornada con meta en Cervinia. Será donde se defina al ciclista que pasee triunfal por Roma (no terminaba allí desde 2009) como ganador de un Giro que no se olvidará del fallecido Scarponi y pasará por su pueblo: Filottrano.

Y con las incógnitas del recorrido y la participación de Froome despejadas, ahora queda por ver quiénes serán sus rivales. Aru y Nibali apuntan a fijos y Dumoulin se lo piensa, mientras que Mikel Landa, que parece tener la Vuelta segura en su calendario con miras al Mundial, en principio tiene previsto acudir al Tour con Nairo, y Valverde sería el jefe del Movistar en Italia.

RECORRIDO 

Etapa-Día-Recorrido-Kms

1ª 4 mayo Jerusalén-Jerusalén (CRI) 9.7

2ª 5 Haifa-Tel Aviv 167

3ª 6 Beer Sheva-Eilat 229

Descanso 7

4ª 8 Catania-Caltagirone 191

5ª 9 Agrigento-Santa Ninfa 152

6ª 10 Caltanissetta-Etna 163 (final en alto)

7ª 11 Pizzo Calabro-Praia a Mare 159

8ª 12 Praia a Mare-Montevergine Mercogliano 208 (final en alto)

9ª 13 Pesco Sannita-Grab Sasso 224 (final en alto)

Descanso 14

10ª 15 Penne-Gualdo Tadino 239

11ª 16 Assisi-Osimo 156

12ª 17 Osimo-Imola 213

13ª 18 Ferrara-Nervesa della Battaglia 180

14ª 19 San Vito Tagliamento-Monte Zoncolan 181 (final en alto)

15ª 20 Tomezzo-Sappada 176

Descanso 21

16ª 22 Trento-Rovereto 34.5

17ª 23 Riva del Garda-Iseo 155

18ª 24 Abbiate Grasso-Prato Nevoso 196 (final en alto)

19ª 25 Venaria Reale-Bardonecchia 181 (final en alto)

20ª 26 Susa-Cervinia 214 (final en alto)

21ª 27 Roma-Roma 118