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MTB | GAES PILGRIM RACE

GAES Pilgrim Race desde dentro: surcando Castilla a toda mecha

La tercera etapa de la prueba peregrina, 100 kilómetros entre Olmedo y Medina de Rioseco, ha resultado mucho más llevadera que la anterior.

GAES Pilgrim Race desde dentro: surcando Castilla a toda mecha
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Después del palizón de la segunda etapa de la GAES Pilgrim Race, la tercera no se presentaba nada fácil. Era algo más corta, 100 kilómetros frente a los 120 del día anterior, pero con el cansancio acumulado de los arenales, el calor y el viento que nos martirizaron desde Cercedilla hasta Olmedo. Y, por suerte, no ha tenido nada que ver.

De hecho, arrancamos a un ritmo enloquecido siguiendo a las chicas, que parecía que las había picado un escorpión. El terreno era favorable entre Olmedo y Simancas, y a mucho les entró el turbo. Pero ya en Simancas, con el arenal previo a la entrada del pueblo, y un par de muros de asfalto y hormigón, la cosa se suavizó. No obstante, a la bonita llegada en Medina de Rioseco, ubicada en el comienzo de Canal de Castilla, mi compañero de ruta en esta aventura, Ismael Franco, me daba un dato que refleja el ritmo al que se ha rodado: hemos hecho un promedio de 20 kilómetros por hora de pedaleo, lo que no está nada mal.

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Conozco a Ismael desde hace ya más de tres lustros, cuando probé para AS el Mitsubishi con el que corría, una unidad que había ganado el Rally de Montecarlo. Fue campeón de Madrid y le perdí la pista hasta que volvimos a coincidir en Torrelodones, donde vivimos ambos. Alguna vez hemos hablado de montar en bici juntos, pero nunca habíamos coincidido. Él ha dejado el automovilismo y ahora compite en triatlón, ironman y mountain bike, y de hecho acaba de terminar la Cape Epic de Sudáfrica, la prueba más dura del mundo, mi reto pendiente.

En cada carrera que compito en bici me encuentro a gente relacionada con mi otra pasión, y además mi profesión, el automovilismo. Aquí también está Alejandro Artiñano, el sobrino de Carlos Sainz, pero él está en otra categoría, peleando entre los diez primeros, y no por llegar a meta como nosotros. También coincidimos en la Titan Desert y más recientemente en la Madrid-Segovia.

En fin, que tras el respiro que nos ha dado la etapa de hoy, mañana tampoco parece que vayamos a sufrir mucho. Tan “sólo” 64 kilómetros entre Medina y Sahagún, con poca pendiente. Un “paseo” para llegar al ecuador de la prueba.