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TITAN DESERT

Font e Ignacio Ávila, un tándem paralímpico en la Titan Desert

Fueron plata en Río y ahora ya llevan completadas tres etapas. "Es un reto para nosotros. Es como la vida de un paralímpico: estamos acostumbrados a superar obstáculos", comentan.

Marruecos
Font e Ignacio Ávila, un tándem paralímpico en la Titan Desert

Ignacio Ávila y Joan Font han pasado de competir en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro al desierto de Marruecos en la Titan Desert. Ambos lograron una medalla de plata en los pasados Juegos Paralímpicos y ya suman tres etapas, bajo el patrocinio de Cofidis, en una de las pruebas más duras del mundo de BTT. Las dunas no les están dando tregua y Ávila, que sufre desde niño una retinosis pigmentaria (enfermadad degenerativa que va reduciendo su campo de visión), explica a AS que "teníamos muchas ganas de venir. Ya llevábamos años queriendo, desde 2015, pero por tema de Mundiales y otras cosas no pudimos, pero vimos claro que este era el año idóneo. Los Juegos de Río nos ayudaron a prepararnos en el tema de la temperatura, pero aquí todo es muy seco. Disfrutamos mucho".

La unión entre ellos surge en diciembre de 2012: "Llegué a los Paralímpicos de Londres y no logré los resultados esperados y decidí dar un giro a mi vida. Dejé el atletismo y aposté por la bicicleta, que siempre me había llamado. Buscamos un guía que sepa de carretera, de montaña, de todo, y surgió la figura de Joan. Tuvimos una reunión le propuse y se vino conmigo", dice Ávila. Pero a Font no le fue fácil aceptar porque "justo diez días antes recibí una oferta de un equipo japonés profesional de carretera y ese es el sueño de cualquier ciclista. Era una buena opción porque te das a conocer y después te puede fichar otro equipo más potente, pero quizás me llegó un poco tarde la oferta y opté por el tándem". Están realizando una Titan Desert para enmarcar y su objetivo es estar dentro del Top-20, pero sin presión porque "solo pudimos probar el tándem cuatro días antes del inicio de la prueba. Todo lo estamos experimentando aquí y la verdad es que estamos muy contentos". Quieren luchar de tú a tú contra el resto de participantes porque "nos lo planteamos como un reto. Además, en cierta manera la Titan es como la vida de un paralímpico porque estamos acostumbrados a superar obstáculos y a luchar", finaliza un Ignacio Ávila al que las dunas no le frena: "Si no podemos pedalear, nos bajamos de la bici y nos ponemos a correr. Siempre miramos adelante". Una gran filosofía de vida para un tándem que está viviendo una experiencia titánica e inolvidable.