Albasini sorprende a los gallos bajo un diluvio universal
El veterano suizo aguantó el ritmo de los favoritos en la subida final y les remató en la volata. La pasividad de los líderes permitió a Felline conservar el liderato.
Michael Albasini está viviendo una segunda juventud en 2017, algo parecido a lo que le está ocurriendo a Alejandro Valverde en este comienzo de campaña. El veterano suizo de 36 años se impuso en Champéry bajo un diluvio universal, segundo triunfo del curso tras su victoria en la segunda etapa del País Vasco. Los 14 kilómetros de subida final nos sirvieron de poco. Tímidos ataques de Gesink y Kreuziger, en la primera parte de la ascensión, y Roglic e Izagirre, en los últimos, no cuajaron, y el grupo llegó con unas 40 unidades a la volata, donde el velocista del Orica no tuvo rival. Segundo fue Ulissi y tercero, Jesús Herrada. Chris Froome, que prácticamente no dio señales durante el transcurso de la etapa, se metió en la llegada y terminó quinto. Aviso claro: viene a ganar. Al frente de la general sigue Fabio Felline, que no tuvo problemas para aguantar el ritmo de los favoritos.
Oliviero Troia (UAE), Sander Armee (Lotto-Soudal), Makbeb Debesay (Dimension Data), Marco Minnaard (Wanty-Groupe), Marcus Burghardt (Bora) y Matvey Mamykin (Katusha) protagonizaron la fuga de la jornada, que arrancó nada más concluir el tramo neutralizado. Troia fue el primero en ceder, luego le siguió Burghardt y ya en las primeras rampas de Champéry, Minnaard y Mamykin. El dúo restante intentó la hazaña, pero la maquinaria del pelotón, encabezada por BMC, diluyó sus opciones de victoria y les cazó a 7 kilómetros de meta. Armee, muy combativo durante toda la jornada, obtuvo el premio del maillot de la montaña. Se esperaba algo más del primer test de Romandía, pero no fue así. Tendremos que esperar a la etapa reina del sábado y a la crono final del domingo para vislumbrar el nivel de los gallos. Mañana, segunda etapa con final en Bulle. Turno para los sprinters.