Las curiosidades que tiene que saber sobre la Milán-San Remo
Como manda la tradición: tercer sábado de marzo, primer monumento de la temporada. Aquí les ofrecemos las mejores anécdotas y los datos de La Classicissima.
Petit-Breton, primer vencedor en 1907
La primera edición se celebró, organizada por La Gazzetta dello Sport, en 1907 con victoria del francés Lucien Petit-Breton sobre su compatriota Gustave Garrigou y el italiano Giovanni Gerbi. Se completaron 286 kilómetros desde Milán hasta San Remo. Participaron 33 ciclistas y acabaron 14. Se considera a La Classicissima la única prueba de un día que ha mantenido inalterable su trazado y la de más extensión: casi 300 km y siete horas sobre la bicicleta. Se trata de uno de los cinco monumentos, junto al Tour de Flandes, la París-Roubaix, la Lieja-Bastoña-Lieja y el Giro de Lombardía.
Merckx, el más laureado de siempre
Eddy Merckx, el mejor de todos los tiempos, es el corredor con más victorias en San Remo, siete de once veces inscrito, seguido del local Costante Girardengo, con seis. Óscar Freire aparece en el quinto puesto histórico con tres triunfos (2004, 2007 y 2010), empatado con Fausto Coppi y Roger de Vlaeminck. Por países, manda Italia con 50 títulos. Bélgica, con 20, y Francia, con 13, ocupan el podio. España suma cinco: los tres de Freire y los dos del pionero Miguel Poblet (1957 y 1959). Ningún otro español ha alcanzado el cajón, ni nadie ha conquistado el evento en tres ocasiones consecutivas.
Tres ediciones disputadas en domingo
Contraria a la tradición, ya que siempre se había disputado el tercer sábado de marzo, la Milán-San Remo de 2013 (y las de 2014 y 2015) se corrió en domingo y encima fue un caos: se cubrieron 242 km con varios recortes de kilometraje y neutralizaciones sobre la marcha por el frío, la lluvia y la nieve. El pelotón se trasladó en buses en plena competición y un velocista de poco nombre como Gerald Ciolek logró su mayor éxito y batió a Peter Sagan.
La Primavera y la Vía Roma
En 2008 se produjo la victoria de Fabian Cancellara con un ataque en solitario hacia el Lungomare Italo Calvino. La habitual Vía Roma, escenario clásico de la meta, no regresó al recorrido hasta 2015, cuando concluyeron unas interminables obras en la avenida. También se conoce a la cita como La Primavera: se puede valorar como la verdadera primera carrera de la temporada… o que se pasa del frío de la salida en Milán al sol del epílogo en la Riviera Ligure.
Freire sorprendió a Zabel en 2004
El primer triunfo de Óscar Freire en 2004 llegó por un exceso de confianza de Erik Zabel (tercero en el escalafón con cuatro victorias, las mismas que Gino Bartali). El alemán, vencedor en 1997, 1998, 2000 y 2001, dejó de esprintar y alzó los brazos antes de tiempo y el cántabro se le coló bajo su axila: “Recuerdo con mucho cariño la situación, un tanto surrealista. Conseguí mi primer monumento cuando Zabel creyó que me había batido. Sentí una explosión de felicidad".
El Poggio di San Remo, decisivo
El Poggio di San Remo, la cota de 3,7 km al 4% situada a 5,5 km de la meta, suele resultar decisivo para seleccionar a los elegidos. En 1995 se estableció el récord en la ascensión: Maurizio Fondriest y Laurent Jalabert (posterior ganador) emplearon 5:46 a 38,50 km/h. La subida entró por primera vez en 1960 para dotar de mayor variedad al perfil. Hasta entonces, la única dificultad era el Paso del Turchino. En 1982 se incluyó de La Cipressa. Le Manie (ahora fuera) se añadió en 2008 después de varias volatas seguidas. "No queremos que se nos catalogue sólo como un Mundial para los velocistas", afirmó la organización.
La carrera femenina, de 1999 a 2005
De 1999 hasta 2005 se disputó una Milán-San Remo femenina, llamada Primavera Rosa. Puntuó para la Copa del Mundo. Tenía casi 200 km menos que la masculina y arrancaba en Varazze. La kazaja Zulfiya Zabirova ostenta la plusmarca de éxitos, con dos (2003 y 2004). Sara Felloni fue la primera en imponerse en 1999. Trixi Worrack, la última en 2005.
Demare y los datos de Strava
La edición de 2016 se saldó con un triunfo inapelable de Arnaud Demare al sprint... empañado por las declaraciones de unos cuantos ciclistas italianos (Tosatto y Capecchi, los más beligerantes), que le acusaron de remolcarse en La Cipressa. El francés aprovechó "la aspiración de los coches", como reconoció, y los corredores del Orica que se reintegraron al grupo con él le defendieron. La Federación Italiana incluso abrió una investigación (que quedó en nada) y requirió los datos de Strava de Demare.
Sigue la narración de la Etapa 3 de Volta Catalunya 2017