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CICLISMO

Heinrich Haussler confiesa sus problemas con el alcohol

Debutó en 2005 y apuntaba a estrella, pero el año 2010 frenó en seco su progresión. Los problemas extradeportivos y los malos hábitos le hicieron caer en el ostracismo.

Heinrich Haussler confiesa sus problemas con el alcohol
IAM Cycling

23 de mayo del año 2010, la mañana después de la noche de la final de la Liga de Campeones (en el Santiago Bernabéu) Heinrich Haussler confió en el hijo de un entrenador de fútbol para confesarle sus problemas con el alcohol. El ciclista australiano de origen alemán ahogó sus penas en un club nocturno de Friburgo, la derrota del Bayern de Múnich ante el Inter de Milán pasó a un segundo plano. Sin dejar un detalle en el tintero, Haussler se abrió con el portal web Rouleur Magazine, una entrevista que data del año 2013.

Un examen no concluyente de su rodilla fue la gota que colmó el vaso. El año 2010 fue para él una temporada nefasta, que desembocó en un episodio muy negro. Siete horas que no recuerda porque la cerveza y el vodka le limpiaron el cerebro. Una 'larga' noche que terminó, como suele pasar en estos casos, de mala manera.

La memoria de Heinrich regresó en la comisaría, haciéndose las pruebas. De pie a duras penas, caminando por una la línea y realizándose el rutinario análisis de sangre. Luego fue a casa con mucho más que una resaca en su conciencia. "Solo estaba deseando, por favor, despertar. Por favor, despierta ahora, esto es un mal sueño, esto es un mal sueño ", recuerda. La declaración de la policía lo certifica. Pero antes de llegar a la comisaría, había ocurrido lo peor...

A las cinco de la madrugada Heinrich salió del club y subió al coche. Él ni siquiera tenía la intención de conducir esa noche. Una vez al volante, maniobró fuera de la calzada y, cuando se quiso dar cuenta, un coche venía en la dirección opuesta. Sucedió lo peor: ambos vehículos chocaron.

Durante las primeras horas una vez recuperado el conocimiento, Heinrich llamó al Cervélo TestTeam, su equipo en ese momento. En alguna parte, en lo más profundo de su conciencia intoxicada, estaba aterrorizado por las repercusiones: esto podría provocar su despido y el desperdicio irrecuperable de su carrera deportiva. Haussler se sintió aliviado de que no hubiera un rasguño en alguien que viajara en el otro coche. "Si algo le hubiera pasado a alguien, no creo que sea algo con lo que hubiera podido vivir", dice.

Este miserable hecho fue un varapalo para el Heinrich Haussler de antaño. Él pensó que había dejado a esa persona atrás en 2009. Había logrado el segundo puesto en la Milán-San Remo y el Tour de Flandes. Heinrich Haussler, ciclista profesional y con un gran potencial por delante; un talento que no se dio cuenta de lo bueno que era hasta que fue demasiado tarde.

Heirinch Haussler celebrando su triunfo de etapa en la Vuelta a España 2005.
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Heirinch Haussler celebrando su triunfo de etapa en la Vuelta a España 2005.

Hablamos de un ciclista que a los 21 años ya era profesional defendido los colores del Gerolsteiner. A tan precoz edad ganó una etapa en la Vuelta a España 2005. Algunos lo catalogaban como el nuevo rey del ciclismo para la próxima década. Era impresionante para un profesional de primer año, mucho más teniendo en cuenta que había estado bebiendo vino en su habitación de hotel con su compañero de equipo Thomas Ziegler hasta las cuatro de la mañana. "No me sentía bien, pero cuando eres más joven, puedes hacer cosas así. Ahora, en primer lugar, no quiero hacerlo, es malo para tu cuerpo. En segundo lugar, no es posible. Es estúpido", dice. Se sentía el rey del mambo y, claro, hacía lo que le apetecía en cada momento. Fueron años de grandes éxitos para él, motivos por el que el equipo alemán le renovó su contrato convirtiéndole en uno de los mejores pagados del pelotón.

Fue firmar su nuevo contrato y su carrera cayó empicado. En cinco años solo ganó cinco etapas, todas de ellas de bajo rango. Ha pasado más tiempo de baja que ejerciendo su profesión, ese ciclismo que un día le aupó a lo más alto. En 2016, ni una sola victoria, pero con un objetivo en mente: volver en 2017.

A día de hoy vive por y para el ciclismo, come saludablemente y realiza varios stage en altitud varias veces al año. Ha fichado por el conjunto Baharain-Merida para la próxima campaña tras la desaparición del IAM Cycling. El mundo del ciclismo profesional le ha vuelto a dar una oportunidad. Él, consciente de los errores cometidos, acepta el reto y espera, al menos, poder aspirar a ser el que era antes del 2010.