Wiggins, Purito, Cancellara... los retirados ilustres de 2016
En 2017 se va Espartaco, los Schleck desaparecen del ciclismo, también se marcha Hesjedal y como colofón, este miércoles Wiggins anuncia su marcha. Dauphiné 2017
Termina la temporada 2016 y será un año en el que mucho ilustres dejen el ciclismo. Ya no se verá contrarrelojear a Cancellara, al histórico Frank Schleck pelear por conseguir una etapa y como colofón, se ha marchado el mito Wiggins. Cambiará el ciclo y darán paso a nuevas estrellas. Estas son las retiradas más destacadas de 2016.
Fabian Cancellara
‘Espartaco’ se marcha con un currículum digno de entrar en el Olimpo. Tres París-Roubaix, tres Tours de Flandes, una Milan San Remo, tres medallas olímpicas, cuatro Mundiales, siete etapas del Tour… Una sala de trofeos impresionante, acompañada de su poderoso marchar sobre la bicicleta, que le convierten en un ciclista único e irrepetible. Ya, con 35 años, no volverá. “He engordado seis o siete kilos desde que decidí retirarme”, ha dicho.
Bradley Wiggins
Bradley Wiggins hizo su última competición en la prueba de pista de los Seis Días de Gante y mandó mensajes crípticos sobre si continuaría el próximo año o no. Este miércoles ha dado su respuesta definitiva. No seguirá. El sir británico deja un legado irrepetible como ciclista, con un Tour de Francia, ocho medallas olímpicas (cinco de oro), campeón del mundo de contrarreloj y 12 medallas mundiales en pista. Más allá de su increíble palmarés, Wiggins ha sido un excepcional ciclista por su peculiar personalidad. Un genio.
Ryder Hesjedal
El canadiense de 35 años sorprendió al mundo en el Giro de 2012 cuando arrebató la victoria a Purito Rodríguez. Una grande bien justifica una carrera, pero Hesjedal ha sido mucho más que un ganador de la Corsa Rosa. Le avalan dos etapas de la Vuelta a España, un top-5 en el Tour…
Purito Rodríguez
Purito fichó por el Bahrein y, como Wiggins, estaba en duda si seguiría compitiendo en 2017. Al fin despejó las incógnitas y comunicó su adiós: "Veo que no podré estar al 100%, ni a mi máximo nivel". Así que el catalán se despedirá de la bicicleta, pero no del pelotón, porque seguirá unido al Bahrein como asesor técnico: "Quiero ayudar a los más jóvenes". Quedará su brillante historial con podio en las tres grandes, donde ha ganado etapas (tres en Tour, dos en Giro y nueve en Vuelta), dos Giro de Lombardía y la Flecha Valona.
Johan Vansummeren
Los 35 años es una edad límite para un ciclista. Muchos se van con ellos. Y no ha sido menos Johan Vansummeren, un belga que bien merece el reconocimiento de ilustre por tener un Monumento en casa. Summie ganó la París-Roubaix en 2011, en tiempos de pleno esplendor de Cancellara y Boonen. Por ello, en Lommel, su pequeña ciudad de Flandes, es un personaje histórico.
Michael Rogers
El australiano se va a los 36 años. Ha sido siempre un ciclista de calidad, buen escalador y excelente contrarrelojista. Ha ganado hasta tres Mundiales (entre 2003 y 2005). Pero en ruta, al igual que Popovych, decidió tomar el camino de ser un gregario de más alto postín formando parte del Sky de Froome y Wiggins y del Saxo Bank de Contador.
Xabier Zandio
El navarro ha sido un histórico del pelotón español y ahora a los 39 años se despide. Lo anunció a comienzos de la temporada pasada y ha cumplido su palabra. Sus dos equipos lo dicen todo: Ibanesto y Sky. Zandio ha sido siempre un ciclista de confianza, ideal para controlar las carreras y de los que hace equipo. Gran gregario, tiene una Vuelta a Burgos y una Clásica a los Puertos. Pero lo suyo siempre ha sido ayudar. Froome lo consideraba un imprescindible.
Yaroslav Popovych
El ucraniano pasó de ser una promesa (tercero en el Giro de 2003) ha convertirse en un gregario de lujo que gozó de la confianza de Armstrong y de Contador. Tiene una Volta a Catalunya y ha peleado por carreras World Tour, pero nunca por una grande. Ahora a los 36 años deja la bici, pero seguirá integrado en la estructura del Trek Segafredo como mánager asistente. Popovych es un hombre de equipo. No hay duda.
Frank Schleck
Tiene 36 años, pero la sensación es que el mayor de los Schleck lleva toda la vida en el pelotón. Pasó a profesional en 2003 y ha sido rival histórico de Contador junto a su hermano Andy, que colgó la bicicleta hace ya mucho (en 2014, pero bajó su rendimiento antes). Ahora es el turno de Frank cuyo mejor resultado fue el tercer puesto en el Tour de 2011. En 2013 estuvo sancionado por dopaje, una mancha en el historial de la saga de hermanos luxemburgueses, que desaparece definitivamente del ciclismo. “Llevo mucho tiempo, esto es muy duro”, dice Frank.