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CICLISMO

Alberto Contador vuelve a la acción en la clásica de Valverde

El murciano ganó dos txapelas y mira a los Juegos de Río. “No hay comparación con la forma que tenía en el Tour”, admite Alberto

La retirada. Momento en que Contador dejó el Tour.

Clásica San Sebastián 2016 en directo

Como un brillante paréntesis entre el Tour y los Juegos, la Clásica San Sebastián reclama la atención del ciclismo mundial con un cartel de lujo. Para empezar, regresa a la carretera Alberto Contador, aún con secuelas por los golpes tras las dos fatídicas caídas en el Tour. Ayer se mostraba emocionado por este retorno, que afronta “con un poco de calma” y pensando en un objetivo más a largo plazo como la Vuelta. “Los ciclistas que vienen del Tour de Francia tienen ventaja por estar en forma. Será difícil estar a su nivel, a ver si puedo aumentar el ritmo”, señaló.

El pinteño se encuentra mejor de sus molestias en la pierna izquierda. “Aunque la incomodidad está ahí, no me preocupa. Soy consciente de que me va a faltar ritmo aquí y en Burgos, pero sé que lo mejor es pensar en la Vuelta. Estoy bastante bien, pero no perfecto. No hay comparación con la forma en que estaba en el Tour, pero todavía no realizo ningún estiramiento por el riesgo de una recaída”.

La otra punta de lanza del cartel en la clásica donostiarra es Alejandro Valverde y su Movistar Team. El murciano trae buen ritmo del Tour y busca seguir con su idilio en la Clásica San Sebastián, para afilarse de cara a los Juegos. Ya se caló la txapela en 2008 y 2014 y ha sido el podio en las tres últimas ediciones. Ion Izagirre, brillante ganador de etapa en Francia, será su escudero de lujo en la prueba.

Purito, en la recta final de su carrera, querrá una buena despedida de Donostia. Junto a la armada española pedaleará el británico Adam Yates, ganador en 2015 tras un esperpéntico final, en el que una moto abatió a Van Avermaet cuando iba camino de la meta y el propio Yates ganó sin saberlo. La presente edición de la clásica introduce la novedad de Murgil en lugar de Bordako Tontorra al final; una subida casi paralela, pero más ancha. Son 1.800 metros con un porcentaje medio del 10,5% pero con tramos cortos de hasta el 23%.