—¡Enhorabuena!
—Sí, muchas gracias, es lo máximo.

—¿Lo había soñado?
—Ayer pensaba qué podría hacer para conseguirlo. He tenido las piernas y ni me lo creo.

—¡Y con sólo siete días de competición!
—A veces la cabeza puede más que las piernas. Durante todo el recorrido tuve apoyo, me fui viniendo arriba y no sé ni como lo hice, tendré que volverlo a ver.

—Gran trabajo del Sky.
—Tenemos un equipazo, Hicieron de lanzadera. El trabajado fue espectacular. Sólo rematé.

—Era una subida muy conocida, claro.
—Sí, muy cerca de mi casa, a 15 kilómetros. Eso me ayudó. Tenía poco margen y para cuando han querido cogernos, nos hemos ido. Es muy bonito. Nunca, ni en mis sueños más salvajes había pensado en que podría ganar hoy.

—Es una autoridad en Álava, una eminencia.
—Guardo todas las victorias como oro en paño, pero esta es especial, y más tras un invierno tan puñetero. Tengo esto pero quiero más.

—Y ahora ¿a trabajar para Henao?
—Lucharemos los dos por la victoria en la general. Sergio tiene más ritmo y días de competición que yo. Era la primera etapa clave de montaña y eso es importante; en Arrate siempre nos reagrupamos arriba. Supone una gran motivación.