Ana González pide justicia por la muerte de su esposo, ciclista

Una noticia, que está siendo ya demasiado habitual, de primera hora de esta mañana señalaba la muerte, a las 07:00 horas de esta mañana en el kilómetro 649 de la NII a la altura de Mataró,  de un ciclista, atropellado cuando se dirigía a su trabajo.

Una victima más de la difícil convivencia de los ciclistas con los automóviles y camiones en las carreteras españolas y que pone de actualidad un acto muy humano que tuvo lugar el pasado jueves en la población de Bagà (Barcelona) antes de la salida de la cuarta etapa de la 96ª edición de la Volta a Catalunya, que el domingo terminó en Barcelona.

La protagonista fue Ana González López, que perdió a su esposo Óscar Bautista García, de 37 años, el 21 de octubre de 2013 en la Autovía de Toledo en un accidente de circulación cuando acudía a su trabajo en su bicicleta y fue arrollado por un camión.

El vehículo que le causo la muerte se dio a la fuga aunque más tarde el conductor del mismo fue detenido por la Guardia Civil. El accidente mortal fue considerado simplemente como una falta y no se celebró ningún juicio. La semana pasada se desestimó el recurso de Ana González que pedía la reapertura del caso. Ahora solo una decisión favorable de la Audiencia Provincial de Madrid podría llevarla a efecto.

La campaña que ha iniciado a través de las redes sociales busca el medio millón de firmas necesarias para un cambio al respecto en el Código Penal para que considere  un accidente como el que le costó la vida a su marido como un delito y no como una falta.

Varios partidos del arco parlamentario español están dispuestos a apoyar este cambio legislativo, pero también las grandes figuras del ciclismo español, tanto en activo como retiradas, con Alberto Contador, Joaquim Purito Rodríguez, Alejandro Valverde, Pedro Delgado y Carlos Sastre a la cabeza, junto a otros muchos, también están apoyando a Ana.

Madre de dos niños, Anna vive en La Seu d'Urgell (Lleida), llegó a un acuerdo con la dirección de la Volta a Catalunya para que en Bagà pudiera entregar a la mayoría de corredores de la carrera, tanto españoles como extranjeros, la pulsera de color rosa con la inscripción de la página web donde pide firmas para ese cambio en el Código Penal:(www.change.org/nomasmuertesimpunes) así como la etiqueta que utiliza en las redes sociales (#porunaleyjusta).

No es delito, solo una falta

El camionero que arrolló y mató a Óscar Bautista no fue juzgado. Así lo decidió en su día la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Navalcarnero (Madrid), que no apreció ningún delito en le hecho. La familia fallecido recurrió este auto al entender que se había vulnerado algunos derechos fundamentales, como la tutela judicial efectiva.

El accidente se produjo alrededor de las 7.30 de la mañana cuando el ciclista iba desde su domicilio, en el municipio toledano de Yeles, hasta su puesto de trabajo, en Balauto, una empresa familiar de reparación de parachoques fundada por su padre, en el polígono industrial de Las Avenidas, en Torrejón de la Calzada.

Cuando le quedaban unos 500 metrospara llegar a su destino, un camión le arrolló y no paró parta prestarle auxilio. Óscar Bautista llevaba un maillot rojo, casco y ropa reflectante, además de dos luces traseras para ser visto. El accidente fue investigado por la Guardia Civil de Tráfico porque tenía indicios sobre el tipo de vehículo que le había causado la muerte.

Finalmente los agentes recibieron un aviso de un taller que un camionero les había llamado de Villaluenga de la Sagra, en Toledo, porque quería cambiar un parachoques. Acudieron al taller y detuvieron al conductor, que en su declaración negó haberse dado cuenta que había arrollado a un ciclista. La versión de los agentes de tráfico fue muy distinta y por los detalles de velocidad y fuerza del impacto, tuvo que haberse dado cuenta. Se le imputaron los delitos de homicidio en grado de tentativa (penado con prisión de uno a cuatro años) y delito de omisión del deber de auxilio.

La instrucción del caso, recayó en el Juzgado número 6 de Navalcarnero (Madrid) y su titular decretó, con fecha de 14 de diciembre pasado, un auto de cambio de las diligencias previas por un posible delito, en un procedimiento por falta.

La reforma practicada el año pasado en el Código Penal supuso la desaparición de las faltas, cuyo seguimiento recae desde entonces en las autoridades administrativas. Al haber sido despenalizadas las faltas, se evitaba el juicio contra el conductor .Tan solo podía haber una vista de cuantía económica para determinar la responsabilidad civil a que tenía derecho la familia.

Ana González, la viuda, que se había personado como acusación particular, escribió en una carta que: “No descansaré hasta conseguir justicia, honraré tu memoria y haré que nuestros dos hijos estén orgullosos porque no me rendíré”,.

La muerte de Óscar Bautista supuso un grave problema económico para su viuda y sus dos hijos ( tienen nueve y tres años). Dejó de recibir los 2.800 euros mensuales que cobraba su marido y tuvo que entregar la vivienda en la que residían como dación en pago. Regresó a Lleida y se puso a trabajar en un hotel para poder mantener a la familia.