Doblete de Bouhanni en vísperas del primer combate de montaña

Nacer Bouhanni ya sonríe. Si en la primera etapa de la Volta sólo levantó tímidamente el brazo izquierdo para celebrar su triunfo, con su doblete en Olot se permitió alzar los dos y mostrar un sincero gesto de felicidad. Atrás quedaron las noches en vela y la tristeza por su fallo mecánico en la Milán-San Remo. El velocista francés batió con claridad a Meersman y Gilbert y no tuvo rival, perfectamente conducido por sus compañeros del Cofidis y por su último lanzador, Soupe.

La organización decretó un respetuoso minuto de silencio por las víctimas de los atentados terroristas de Bruselas, y los tres equipos y los 15 corredores belgas portaron crespones negros en honor a sus compatriotas caídos en Bruselas. De hecho, la fuga del día la formaron dos belgas, De Gendt, y Dron, junto a un polaco y un francés, Gradek y Bouet. Como el día anterior, Sky, Movistar y Cofidis se encargaron de tumbar la escapada y facilitar la llegada masiva.

Si en 2015 la catástrofe de Germanwings impidió que hubiese podio en la segunda jornada, en esta edición la tremenda tragedia del aeropuerto de Zaventem y la estación de metro de Maelbeek imposibilitó la entrega de trofeos.

Los favoritos guardaron fuerzas para la primera meta en alto de la ronda catalana, la de este miércoles en La Molina. Tanto Contador como Froome permanecieron atentos en cabeza y explicaron sus intenciones para la etapa de montaña, con cuatro cumbres de primera categoría en los últimos cien kilómetros, Coubet (1.031 m), Toses (1.725 m) y dos pasos por La Molina (1,650 m y 1.725 m, en la estación de esquí): "Venimos motivados. Intentaremos que haya buenas piernas y que se pueda presenciar un bonito espectáculo". Los Nairo, Aru, Purito, Porte, Van Garderen, Zakarin o Dan Martin deberían garantizar una gran batalla.