Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

ATROPELLO AL GIANT EN ALICANTE

"La pérdida del dedo índice de Degenkolb no se contempla"

"Fue un susto tremendo para todos. Nos retrasará unos meses, pero lo importante ahora es que los ciclistas estén bien cuidados", tranquiliza Iwan Spekenbrink, jefe del Giant.

John Degenkolb tendrá difícil aspirar a reeditar su victoria en la Milán-San Remo.
AFP

La pérdida del dedo índice del ciclista profesional John Degenkolb tras un grave accidente sufrido el pasado sábado en España "es algo que actualmente no se contempla", afirmó hoy el jefe del equipo Giant-Alpecin, Iwan Spekenbrink.

El alemán, especializado en carreras clásicas, y otros cinco ciclistas fueron atropellados frontalmente por un coche que circulaba en dirección contraria durante un entrenamiento. "Fue un susto tremendo para todos. Nos retrasará unos meses, pero lo importante ahora es que los ciclistas estén bien cuidados", subrayó Spekenbrink.

Degenkolb estuvo a punto de perder por completo el dedo índice durante el accidente. "Me colgaba de la mano", reveló el sábado por la noche en un mensaje en las redes sociales en el que aseguraba "no recordar casi nada". También sufrió una fractura de antebrazo y múltiples laceraciones. Tras ser operado en España, el ciclista de 27 años espera para volver a Alemania, donde será tratado en el hospital BKA en Hamburgo.

Las posibilidades de Degenkolb para reeditar su triunfo en la carrera clásica de primavera Milán-San Remo permanecen inciertas. "Es demasiado pronto para especular. Pero tenemos que contemplar la posibilidad de que no lo consiga", reconoció Spekenbrink. El año pasado, el ciclista ganó tanto la Classicima como la París-Roubaix, celebrada el 10 de abril.

Junto a Degenkolb, permanece ingresado en el hospital el estadounidense Chad Haga, que sufre fracturas en la cara y que aún debe ser operado.

El alemán Max Walscheid (con fracturas en un pulgar y en la tibia), el francés Warren Barguil (escafoides roto), el sueco Fredrik Ludvigsson (fuertes golpes en todo el cuerpo) y el holandés Ramon Sinkeldam (con cortes y abrasiones en todo el cuerpo) recibieron el alta.