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CICLISMO

Titan Desert: buscan a un colombiano desaparecido

David Moyano no ha llegado a la meta y se le intenta localizar con un helicóptero, varios coches y la gendarmería marroquí. La etapa era sin señalizaciones.

Un momento de la carrera.
GUILLEN HERNÁNDEZ

Un colombiano, David Moyano, dorsal 360, está desaparecido en la Titan Desert. Tenía que haber llegado a la meta de Merzouga a las 19:00, pero no lo hizo. Le busca un helicóptero, varios coches de la organzación y la gendarmería marroquí.

La etapa, de 102 kilómetros por dunas próximas a la frontera entre Marruecos y Argelia, era sin señalización. Los corredores sólo podían utilizar GPS (no todos los tenían), brújulas y libro de ruta, pero en el recorrido no había ningún tipo de indicaciones. 

En el plano estrictamente deportivo, el balear Enrique Morcillo, del equipo Scott, demostró su destreza por esas dunas en la única etapa de navegación y sin señalizar de la Titan Desert, en la que el colombiano Diego Tamayo, que cruzó la línea de meta en tercera posición, arrebató el liderato de la clasificación al portugués José Silva.

Una de las grandes novedades de esta décima edición de la Titan Desert llegó en la quinta jornada, en la denominada etapa Garmin. En ella, los ciclistas debían llegar a meta haciendo uso del GPS, la brújula y la interpretación del libro de ruta, puesto que no había señalización ni flechas en el recorrido.

Esta decisión de la organización puso a prueba la destreza de los corredores por una de las zonas más áridas del desierto marroquí, con algunos tramos del recorrido en los que se llegó a alcanzar los cuarenta grados.

El primer sector de la prueba, en una zona de dunas, fue la primera piedra de toque de la jornada, en la que los ciclistas tuvieron que sortear una enorme capa de arena mientras controlaban que la bici no se hundiera.

Los primeros en probar la dureza de las dunas fueron Juan Pedro Trujillo, que lleva abanderando escapadas toda la semana, y Oscar Pereiro, que, tras la deshidratación de la primera jornada y el pinchazo de la tercera, se había resignado a luchar ya solo por una victoria de etapa.

La aventura del ciclista gallego, ganador del Tour de Francia en 2006, duró poco, puesto que en el cuarto punto de control no hubo rastro de él y ese error le costó una penalización de cinco horas para la clasificación.

En la película de carrera, mediada la etapa, los primeros en pasar por el punto de control fueron Enrique Morcillo y el holandés Ramses Bekkenk, aventajando en casi seis minutos a otro grupo comandado por Iban Zugasti, en ese momento líder de la prueba.

La navegación, y casi en las mismas dosis la intuición, fueron determinantes para que en la inmensidad del desierto numerosos ciclistas fueran abandonando grupos de acompañamiento y se lanzaran a aventuras en solitario, como la que protagonizó el colombiano Diego Tamayo, que llegó solo a meta.

Antes, el balear Enrique Morcillo, que ayer celebró su veinticinco cumpleaños, se regaló una victoria que le permite situarse tercero de una clasificación que ahora lidera Diego Tamayo.

El portugués José Silva, líder en las anteriores cuatro etapas, tuvo muchos problemas para orientarse en la navegación y llegó a meta junto a Carlos Portilla a casi cuarenta y siete minutos.

En esta etapa, además, había un premio añadido, puesto que los tres primeros clasificados recibieron una bonificación de noventa, sesenta y treinta segundos, respectivamente.

En mujeres, la alemana Ivone Kraft venció la etapa, por delante de la catalana Anna Ramírez, que llegó casi cuatro minutos después pero sigue conservando el liderato y es la virtual vencedora de la Titan Desert.

La sexta y última etapa, que se disputará el sábado entre Merzouga y Maadid, con un recorrido de 65,6 kilómetros, tendrá poca dificultad y supondrá un homenaje a los titanes que finalicen la prueba.