Alexander Kristoff se encuentra uno o varios niveles por encima del resto del pelotón desde que arrancó la primavera. Segundo en Milán-San Remo y Kuurne-Bruselas-Kuurne, cuarto en la E3 y noveno en la Gante-Wevelgem, desde hace ocho días no ha parado de ganar, en total seis victorias: tres etapas y la general en los Tres Días de La Panne, su segundo Monumento en Flandes y este Gran Premio Escalda, logrado con un potente sprint, sostenido desde lejos. Nada pudieron hacer Edward Theuns, segundo (como en A Través de Flandes), ni Yauheni Hutarovich, tercero.

El noruego sustituye a Marcel Kittel como el campeón a orillas del río Escalda y se postula como máximo favorito para conquistar la París-Roubaix, este domingo. La carrera vivió un incidente parecido al del Tour de Flandes, con un arco hinchable traicionero, y pasado el último kilómetro se produjo una caída masiva antes de que se lanzara volata, con numerosos lanzadores y velocistas implicados. Como Elia Viviani, que se dolía en el suelo de su brazo derecho.

Kristoff suma once triunfos en lo que llevamos de temporada, pichichi absoluto de 2015, con cuatro de ventaja sobre Richie Porte, quien, sin embargo, marcha primero del ránking UCI World Tour. Katusha mantiene desde el 29 de marzo una racha apabullante, ya que a los éxitos de su clasicómano hay que añadir los de Luca Paolini en Wevelgem, de Ángel Vicioso en el Gran Premio Indurain y de Purito Rodríguez, sólo unos minutos más tarde, en la tercera jornada de la Vuelta al País Vasco.