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VUELTA AL PAÍS VASCO

El pelotón se planta 5 minutos por el accidente de Bilbao

Un bolardo, coronado de forma cutre por un cono naranja, en pleno corazón de la ciudad del Guggenheim provocó graves caídas. “Es la gota que colma el vaso”, protestan los ciclistas.

El pelotón se planta 5 minutos por el accidente de Bilbao
PAULINO ORIBEDIARIO AS

La segunda etapa de la Vuelta al País Vasco ha arrancado con cinco minutos de retraso en protesta por la falta de seguridad en la llegada de ayer. La jornada inaugural discurrió con normalidad hasta los 300 últimos metros. En plena Gran Vía bilbaína, en el mismísimo corazón de la ciudad del Guggenheim, los operarios del Ayuntamiento retiraron unos contenedores que habitualmente descansan sobre la calzada. Pero dejaron dos pivotes de hierro, atornillados al hormigón, y fueron coronados de forma cutre por dos conos naranja de los utilizados habitualmente en obras o por las carreteras. Situados tras la curva final de la plaza de Moyua, eran una amenaza en una zona de mucho riesgo. La caravana ciclista giró cerrada y enfiló a toda velocidad por ese lugar. Apenas hay tiempo para esquivar la barrera de hierro verde. Cayeron cinco ciclistas y se vieron afectados más.

Adam Yates y Nicolas Edet fueron atendidos en el lugar y pudieron entrar malamente en meta. Luego fueron evacuados al hospital de Basurto para realizarles estudios complementarios. Al primero le persigue la desgracia: sufrió fractura de dedo mayor mano derecha. Ha tenido que ser trasladado a Barcelona para ser intervenido quirúrgicamente. Edet se rompió el extremo distal de clavícula izquierda y un hueso costal. Peter Stetina se retorcía de dolor: le diagnosticaron una fractura de la rótula derecha y la meseta tibial (le colocaron una férula para inmovilizarle la pierna derecha y le colocaron un collarín), además de varias fracturas costales; una ambulancia de DYA le trasladó con urgencia al hospital de Basurto. Pero la peor parte se la llevó Sergio Pardilla. El ciclista del Caja Rural presentaba un traumatismo craneoencefálico y se dañó la muñeca izquierda. Tras el golpe, escupía sangre. Hubo que administrarle oxígeno. Tras recibir atención médica y movilizarle in situ una ambulancia medicalizada le llevó al hospital.

Pardilla pasó buena noche. Finalmente no tuvo que ser operado. El hombro, la muñeca y el neumotórax siguen muy tocados y deberá pasar al menos dos días hospitalizado. “No entendemos cómo puede pasar una cosa así en una Vuelta de este prestigio. Un error muy grave”, confesaba el director del Caja Rural, Eugenio Goikoetxea en línea de salida de la segunda etapa, al lado del Guggenheim. Los corredores quisieron mostrar su indignación con un plante breve y contundente. "Cinco minutos de un hombre con un banderín y un silbato podían haber evitado meses de tortura de cuatro ciclistas. A sesenta por hora y 190 pulsaciones por minuto, un cono no vale", se revolvía Carlos Barbero, compañero de Sergio Pardilla aunque ausente en la ronda vasca.

“Esto no es por un bolardo mal señalizado. El bolardo es la gota que colma el vaso. Hacemos el plante porque van muchas carreras en condiciones peligrosas, para decir basta”, tomaba la palabra Amets Txurruka, una de las voces más autorizadas del pelotón y compañero de Pardilla. Portavoces de los equipos afectados por el accidente confesaron que durante la mañana responsables del Ayuntamiento de Bilbao estuvieron en contacto con ellos en todo momento para interesarse por los heridos y ponerse a su disposición en lo que fuera preciso para ayudarles. Omar Fraile también estaba preocupado por su compañero del Caja Rural: “Parece que ha pasado una buena noche. Muchas veces vas ciego y encuentras un poste que te hace mucho daño. Esto no debe repetirse”. E Igor Antón, que ganó una etapa de la Vuelta a España en 2011 pasando por esa zona del accidente a toda velocidad, también ponía el grito en el cielo: “El plante no va contra la organización. Es una manera de reivindicar que estamos aquí, que nos protejan, para que no sucedan cosas así en más carreras”. Herrada, su compañero en el Movistar, se vio implicado en la caída: “Está mejor de los que pensábamos. Los demás se llevaron peor parte. Esta carrera es seria y sabemos que se trata de algo aislado, pero era evitable”.