ASTANA
Nibali: "Los Iglinskiy iban por libre y los chicos son otro equipo"
En una reciente entrevista concedida a AS en Omán por el ganador del Tour de Francia 2014, el líder del Astana aclara que los casos de dopaje fueron ajenos a la estructura World Tour.
El líder del Astana, Vincenzo Nibali, ya ha corrido esta temporada dos vueltas por etapas en Dubai y Omán. En esta última, AS entrevistó al ganador del Tour de Francia 2014, que en esos días ni se imaginaba que la UCI pudiera revocar la licencia World Tour de su escuadra. Durante esa charla no eludió hablar sobre los casos de dopaje que azotaron a la formación kazaja en la campaña pasada. Esta fue la conversación íntegra:
-¿Qué balance extrae del Tour de Omán?
-Se trató de mi segunda carrera de 2015. Aumentó un poco mi nivel, ya que se me adaptaba mejor que el Tour de Dubai. En la Montaña Verde probé mis sensaciones, anduve bien para Fuglsang. Guardo un cariño muy especial a Omán. Aquí vencí en 2012 después de una larga sequía de una campaña, que se prolongó desde la general en la Vuelta de 2010 (la sanción de Alberto Contador le dio la cronoescalada al Nevegal del Giro de 2011). No obstante, en estas últimas semanas me rodé algo menos por la nieve que se acumuló en Lugano, y porque tuve que cumplir con distintos compromisos.
-Fue la estrella del Festival de San Remo.
-Tanto como la estrella… no (risas). Me hacía ilusión conocer a Charlize Theron, pero no le pude saludar porque se encontraba muy reclamada. Está bien desconectar a veces con un evento así.
(En los últimos 20 años, sólo otro ciclista, el mediático Mario Cipollini, había aparecido como invitado en el prestigioso certamen italiano de cine).
-¿Nota que le ha cambiado la vida la conquista del Tour?
-Aunque soy consciente de lo que he conseguido, completar la colección en las tres grandes, y dispongo de mayor atención, mi personalidad se mantiene. Me considero el mismo hombre tranquilo, familiar y responsable fuera de la carretera.
(En Omán le acompañaron su mujer, Rachele, y su hija, Emma Vittoria, que este 28 de febrero hará un año. En la edición de 2014 de la ronda omaní no sabía si tendría que marcharse a casa para asistir al parto).
-Su carácter es totalmente diferente encima de la bici.
-Sí. Cuando compito me transformo. Siento que me rijo más por el corazón que por la cabeza. Sólo concibo el ciclismo al ataque, así es como he logrado mis resultados.
(Cuentan compañeros y auxiliares que Nibali pasa de la presión, y que en muchas ocasiones se queda dormido alegremente en los traslados pese a que vaya a disputar una etapa clave).
-¿Le preocupa lo que hagan sus rivales en el camino hasta el Tour?
-La verdad es que no… No lo veo importante. Yo únicamente me fijo en mi forma y en mi preparación, si ambas cosas funcionan, me da igual el nivel de los demás. He enfocado la temporada para repetir título en el Tour.
-¿Cuál será su calendario?
-Strade Bianche, Tirreno-Adriático, Milán-San Remo, las Ardenas y no sé si Romandía.
-¿Alguna clásica que le ilusione?
-Como italiano, San Remo y Lombardía, pero la Lieja es la decana, he andado cerca de ganarla y me encantaría añadirla a mi palmarés.
(En 2012 le batió su excompañero Maxim Iglinskiy, lugarteniente en su victorioso Tour y uno de los cinco positivos de Astaná en 2014).
-¿Lleva bien la sospecha por los casos de dopaje en su equipo?
-Ese capítulo integra el pasado. Tenemos la licencia World Tour 2015. Lo de la familia Iglinskiy supuso un tema desagradable, aunque iban por su lado, y los chicos del Astaná Continental no formaban parte de nuestra estructura.
-¿Se plantea su futuro ligado a Astaná?
-Cuento con un año más de contrato. Me encuentro valorado y satisfecho aquí, con mi grupo de trabajo propio. Ya comprobaremos si renuevo, no es el momento ahora.
-Para terminar, ¿qué le pareció que Contador comunicara que quizá lo deje en 2016?
-Me extrañó. Se trata de una mala noticia para nuestro deporte. Sin embargo, hasta el final de 2016 tiene tiempo para cambiar su perspectiva.