TOUR DE QATAR
Kristoff sobrevive al viento y la arena en "una etapa inhumana"
El noruego del Katusha es el nuevo líder en Qatar tras imponerse en la segunda etapa. Rojas, que llegó cortado por los abanicos a 3:08, cedió el primer puesto.
“Esto es inhumano, no puede ser bueno respirar toda esa arena”. “En el ciclocross he llegado más limpio a la meta”. “Con ese viento y los abanicos apenas da tiempo para comer y beber”. “Prefiero ascender cinco veces el Tourmalet a un día así”. Estas frases, y algunas que sonaron peor, se escucharon en los coches del Movistar mientras sus ocho corredores se cambiaban de ropa, cubiertos de polvo de arriba abajo. Todos entraron cortados, y José Joaquín Rojas cedió el liderato al descolgarse a falta de 20 km: “Sufrí calambres y se me subieron los isquios. Cuando te dejas la piel, no hay nada que reprocharse”. Alejandro Valverde pronosticó “mucha miseria” en su estreno en el Tour de Qatar, pero tocó en la segunda etapa.
En efecto, la tormenta de arena determinó la jornada. El pelotón, poco o nada acostumbrado a estas circunstancias, se fragmentó en mil pedazos cuando empezó a soplar con fuerza el aire. Ataques, contraataques, cuneta… “Íbamos como huracanes, una locura. Quizá haya sido lo más impresionante que he vivido en mi trayectoria. Inhumano, no debió disputarse la etapa”, dijo Valverde. La visibilidad también fue reducida. De hecho, los helicópteros no pudieron volar ni emitir la señal de la carrera en directo por las duras condiciones climatológicas.
Frente a unas perspectivas tan poco favorables, el Etixx de Boonen y Terpstra aprovechó para descartar rivales de cara a la general. Como buen equipo curtido en las inclemencias del norte, se beneficiaron del viento para reducir el grupo a menos de 20 unidades. El BMC de Gilbert y Van Avermaet colaboró. Stannard y Haussler estaban ahí. Sagan no se cortó. Tampoco Kristoff. Los hombres llamados a jugarse las clásicas de primavera siempre rinden en Qatar. Y Alexander Kristoff, vencedor en 2014 de la Milán-San Remo, lanzó un potente sprint para imponerse a Guardini y Van Avermaet y enfundarse el amarillo: “Aunque en Noruega tenemos mucho viento, no había padecido una tormenta de arena nunca. Me siento contento por superar ambas dificultades e inaugurar el casillero de 2015”.
Este martes, contrarreloj de 10,9 km en los alrededores del circuito de motociclismo de Lusail.