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DOPAJE

El doctor defensor de Marta también está con Kreuziger

Aparte de con ellos dos, Cristóbal Belda trabaja con financiación del COI en un proyecto que pretende demostrar que el dopaje deja huella en el organismo.

Cristóbal Belda, en el centro, junto a José Rodríguez: defensores de Marta.
J. Á. Orihuela

Cristóbal Belda, uno de los redactores del dossier que la Federación Española de Atletismo utilizó para exculpar a Marta Domínguez de las anomalías en su pasaporte biológico, ha aportado otro informe para la defensa de Roman Kreuziger ante el TAS bajo igual premisa: aclarar los valores irregulares en su pasaporte. En los documentos publicados por el checo, el doctor, especialista en oncología, culpa de los cambios en los reticulocitos del corredor al hipotiroidismo (una enfermedad encuadrada dentro de la endocrinología) y a su medicación (una pastilla diaria de 100 mcg de L-Thyroxine). La misma teoría empleada con Marta.

Con la financiación del COI, Belda ha comenzado una investigación que pretende demostrar que productos como la EPO, IGF-1 o la hormona del crecimiento dejan una huella en el organismo en forma de modificaciones celulares. Según él, el rastro de las sustancias dopantes desaparece rápido o se puede enmascarar, pero no las alteraciones celulares. Su proyecto, avalado por el COE, podría suponer una alternativa al pasaporte biológico, el método que ha cuestionado con sus opiniones médicas a favor de Marta y Kreuziger. Pese a que AS intentó contactar con Belda, no contestó a las llamadas ni a los mensajes de este diario.

Aun así, el proceso de Kreuziger muestra otro punto débil al margen de unos reticulocitos medio punto superiores a lo habitual: el baile del hematocrito en los periodos sospechosos para la UCI, Giro y Tour de 2011 y Giro de 2012. Unos datos especialmente significativos durante la Corsa Rosa de 2012: cuando lo normal es un descenso en plena ronda, sus parámetros subieron de 43.2 a 44.8, para pasar a un tope de 48.1 el día antes de ganar en Alpe di Pampeago.