El ultrafondista Julián Sanz inició este lunes en Barakaldo su penúltima locura. Trata de batir el récord Guinness de mayor distancia pedaleando durante seis días sobre un rodillo estático. Quiere tumbar los 2.738 kilómetros que alcanzó en enero el francés Pierre-Michaël Micaletti.

El reto del superhombre vizcaíno, asiduo a las pruebas extremas como la Race Across América que atraviesa Estados Unidos de costa a costa casi sin descansar, forma parte importante del programa de la primera edición de la feria de la bicicleta Bilbao International Bike Exhibiton (BIBE), que tiene lugar en el BEC.

Sanz hará unos 600 kilómetros en cada una de las tres primeras jornadas, con 20 horas diarias sobre la bicicleta. Las cuatro restantes las aprovechará al máximo: dormirá entre las cuatro y las cinco de la madrugada, y en las dos horas que le queden será atendido por médicos y fisioterapeutas que van a estar siempre a su lado.

“Todo es en un espacio cerrado y en la misma posición. Por eso es decisivo el aspecto mental”, remarca Julián Sanz. Durante el pedaleo escuchará música y verá películas. Comerá purés de verdura y de frutas y controlarán en todo momento la humedad y la temperatura del ambiente.