“Seguiré con la ambición de vestir un día el maillot arcoíris”

¿Falló la Selección al ceder la iniciativa y esperar hasta la última subida?

—Corrimos bien y Kwiatkowski fue mejor. Había más selecciones y no podíamos controlar todo. Endurecimos la última ascensión, primero con Purito y luego yo. Deseábamos llegar en un grupo reducido para aspirar a medalla. Se logró y me llevé el bronce. El recorrido daba para lo que daba, los velocistas entraron justo detrás, y Gerrans me batió al tratarse de un ciclista más rápido.

—¿Hubo mal entendimiento y sólo persiguió Gilbert?

—No lo sé, Gilbert trabajó en el último kilómetro. Colaboramos todos menos Van Avermaet, porque iban dos de Bélgica. Esa ventaja era ya difícil de pillar, cada uno se guardó un poco y miraba para intentar conseguir una medalla.

—¿Sintió más presión por competir en Ponferrada?

—Al considerarme un favorito, presión tenía igual. El hecho de estar en España supone una mayor alegría al coger el bronce. Estoy satisfecho.

—¿Endureció más la carrera la lluvia que el propio circuito?

—Que llueva no me gusta, es lo que hay. Debes adaptarte, y poco más. El trazado era el que era, ya dije que me hubiera encantado con más exigencia en las subidas.

—¿Qué diferencias encuentra entre el bronce de 2013 y este de 2014?

—Son lo mismo, pero en Florencia sacamos dos medallas con el malentendido de la parte final. Aunque aquí sólo celebremos una, es para sentirse felices con el balance.

—Ha añadido otro metal a su histórico palmarés en los Mundiales, pero falta el oro.

—Así, he repetido cuatro veces en el tercer escalón y dos en el segundo, nunca en el centro. A pesar de que se escapa por unas cosas o por otras, siempre estoy en la pelea y continuaré con la ambición de lucir un día el maillot arcoíris. Me quedan tres temporadas, acabo de renovar con Movistar.