TITAN DESERT
La Titan Desert de Caín y Abel
Josep Betalú e Ibon Zugasti, compañeros de equipo y amigos, se han enzarzado en la Titan en una dura batalla más allá de lo deportivo.
Nunca es fácil competir contra un amigo y compañero de equipo, pero nadie en la Titan Desert by Garmin esperaba lo que ha sucedido entre Josep Betalú e Ibon Zugasti. Ambos prepararon juntos la carrera en una Vuelta Internacional de bicicleta a Ibiza, pero una vez en el desierto las cosas se han vuelto muy negras.
Ambos reconocen que no había un jefe de filas, pero a partir de ahí las versiones de lo que está ocurriendo difieren. El más duro ha sido Zugasti, líder hasta la cuarta etapa, que tachó a su compañero de “envidioso”. Además, ha hablado diariamente sin pelos en la lengua: “Betalú se pensaba que iba a ganar la Titan y no va a ser así. Me tiene envidia, me ha ido a joder en vez de ayudarme, que es lo que debería hacer como compañero. No tengo nada más que hablar con él. ¿Para qué?”. Y es que éste se queja de que, tanto en la tercera etapa como en la cuarta su compañero le atacó cuando iba líder: “Es insólito, yo iba líder, debería ayudarme y en vez de eso me decía ‘Que más te da si no vas a ganar la carrera’, y me atacaba. Incluso me caí, rompí un pedal y me atacó. No duermen en la misma haima y, por Zugasti, no hay más que hablar: bromeó con que ni siquiera le dejaría sacar el coche del párking de su casa, donde lo estacionó Betalú antes de partir a la Titan.
La versión de Betalú, en cambio, es muy diferente. Asegura que no se dio cuenta de que su compañero rompió el pedal y que él, en todo momento, trató de ayudarle: “Yo tiraba para tratar de descolgar al Fojtik, no sabía que Ibon (Zugasti) tenía problemas mecánicos”. Pero además de excusarse también lanzó un dardo a su compañero: “Es un tipo de sangre caliente y no para de gritar en carrera. Esto es una competición individual y va muy justo en algunos tramos. No sabe pasar las zonas de arena, se queda muy atrás”. Para Betalú la mayoría de estas acciones son “lances de carrera”, pero está claro que han ido más allá. “Yo creo que le ayudé y quizás me equivoqué, pero los trapos sucios se limpian en casa, no con la prensa. Espero que si no puedo yo gane él la Titan. Yo me merecía una etapa y aún no la he conseguido, pero que el venza al final es algo que nos beneficia a los dos”.
El resto de corredores asisten atónitos al espectáculo y todos reconocen, en voz baja, que alucinan con lo que está pasando. Desde fuera pocos entienden la posición de Betalú, y coinciden con que su cometido, pese a que su objetivo era ganar la Titan, debería ser ayudar a su compañero y líder Zugasti. Al final, la guerra abierta entre ambos ha acabado de la peor manera posible: Zugasti ha perdido el liderato y Betalú no se ha llevado ninguna etapa.