La que ha sido para muchos la etapa más dura de todas las ediciones de la Titan Desert by Garmin se la llevó finalmente Milton Ramos. Enrabietado, con lágrimas en los ojos tras cruzar la meta, quiso demostrar que pese a la sanción de la primera jornada aún tiene mucho que decir. Entró en meta acompañado por el checo Ondrej Fojtik y por el nuevo líder de la carrera, Ibon Zugasti.

La etapa empezó con mucho movimiento desde el kilómetro seis, pues Diego Tamayo se escapó en solitario. Sin ser uno de los principales favoritos el gran grupo le dejó hacer. Pero pronto Josep Betalú, compañero de equipo del líder Zugasti, decidió reventar la carrera. Tiró como pudo junto a Tamayo, llegando a sacar más de 10 minutos al grupo de favoritos, que, lógicamente, se vio obligado a aumentar el ritmo. La carrera discurrió primero por montaña y descensos técnicos, para entrar después en un falso llano donde el gran grupo empezó a apretar.

Entraron entonces en el cañón de Bourredine, espectacular paraje, en el que cambiaron la arena compacta por un camino de rocas muy difíciles para rodar rápido. Tamayo y Betalú empezaron a flojear y Milton Ramos, Fojtik y Zugasti iban como una moto. Metro a metro recortaron distancias con los dos de cabeza, a medida que iban aumentando el tiempo con sus perseguidores. En el kilómetro 107, a unos 30 de meta, la etapa estaba casi sentenciada: Ramos, Fojtik o Zugasti eran los únicos que mantenían las opciones.

El ciclista vasco era el que iba más justo, a punto estuvo de quedarse en un par de ocasiones, pero tiró de valor y no perdió la rueda a sus dos compañeros de aventuras. La victoria de etapa estaba pues entre Ramos y Fojtik, siendo el primero el que finalmente se la llevó con un punto de complicidad de sus compañeros, pues él mismo reconoció que tanto Zugasti como Fojtik, tras la sanción de ayer, no le pelearon la etapa.