CICLISMO | VUELTA AL PAIS VASCO
Contador empieza arrasando en la Vuelta al País Vasco
Exhibición de fuerza en la subida a Gaintza, en la que soltó a Valverde y le sacó en meta 14 segundos. El resto de favoritos se pierde a más de medio minuto.
Un hachazo de Contador a falta de siete kilómetros para coronar el alto de Gaintza, que dejó clavado a Valverde, anunció que el madrileño va en busca de su tercera txapela en la Vuelta al País Vasco. En el inicio de la ronda, el muro del puerto guipuzcoano sirvió en bandeja el primer tanteo entre Contador y Valverde. En esa pared que ponía fin a la etapa inaugural, ambos ofrecieron un gran primer pulso. En las rampas más duras, con 21%, empezaron a probarse, abandonando la vigilancia de un pequeño grupo delantero. Se fugaron plenos de poderío, con la rueda delantera bailando por el escaso contacto con el suelo y la fuerza aplicada en el manillar hacia arriba, más unos desarrollos brutales.
El líder del Tinkoff-Saxo se fue con la soltura de seda suya habitual y sacó quince segundos en pocos metros a Valverde y en medio minuto al pelotón principal. Esa diferencia, marcada en la cima de Gaintza, se mantuvo prácticamente intacta en un descenso perfecto, en el que el pinteño, muy ambicioso, arriesgó. “Estoy contento con las sensaciones. El primer día siempre es el que más temo y mira. Ojalá pueda ganar la carrera; luego descansaré, que lo necesito tras tanto ajetreo”, valoró. “Está muy fuerte”, se limitó a constatar Valverde. A 34 segundos entró Kwiatkowski (tres primeros puestos de alto pedigrí según como está marchando la temporada) y junto al campeón polaco llegaron los Cunego, Van Garderen y Nieve.
Fue una exhibición completa, un clásico, que como el Madrid-Barça de fútbol, parece monopolizar la carrera desde su nacimiento. Los gallos dejaron claro desde el primer paso por Gaintza, a falta de 50 kilómetros para acabar, que no quieren bromas. Contador y Valverde se dejaron ver en cabeza y hasta se lanzaron miradas de examen mutuo. Movistar y Tinkoff-Saxo controlaron esa parte final. Luego se asomó tímidamente el BMC. Alberto estiró la línea a falta de 20 kilómetros con un amago de ruptura. Mucha gente se fue descabalgando de la clasificación general durante la jornada porque todos los equipos de la Vuelta al País Vasco cuentan con un primer y segundo espadas y el personal no se quiere quemar, sólo trata de estar fresco para cuando los jefes de filas les envíen a primera línea del frente.
La toma de contacto con la ronda tuvo noticias interesantes. El calor, que suele dejar su sitio a las bajas temperaturas y la lluvia tradicionalmente en las carreteras vascas, estampó su firma en la caravana ciclista y en las pasadas por Larraitz y Zaldibia un ligero viento del norte refrescó un poco el motor de los corredores. Todas las tachuelas de la jornada redujeron el pelotón a cincuenta unidades, sobre las 152 que partieron desde Ordizia. Fueron rezagándose ilustres como Betancur, Luis León, Mollema y Tony Martin. Zubeldia pinchó y tuvo que hacer un gran esfuerzo para recuperar posiciones. Txurruka ya dio guerra con un intento de escapada desde el primer día. A veinte kilómetros para acabar fueron absorbidos Villella y Montaguti, abrasados por el ritmo impuesto por Movistar y Tinkoff-Saxo.