John Degenkolb, alemán del Giant, venció en la Gante Wevelgem en un sprint donde llegaron los que lograron sobrevivir a los múltiples accidentes. Y es que fueron las caídas las que acabaron realizando la selección de aspirantes, más que los muros, donde no hubo ataques importantes a excepción de los que realizaron Vammarcke o Van Avermaert, que no llegaron a buen final.

Los que sí pusieron en jaque al grupo de velocistas fueron el trío formado por Devolder, Dillier y el costarricense del Movistar, Andrey Amador. La escapada se formó ya en el llano, cuando quedaban poco menos de 20 kilómetros y parecía complicado lograr sorprender. Llegaron a acumular más de 40 segundos de ventaja, mientras en cabeza del pelotón el Cannondale de Sagan, el Omega de Boonen o el Lotto de Greipel comenzaba una persecución preciosa.

También ayudó a la supervivencia del trío las caídas, que retrasaban el ritmo. En una de ellas se fueron al suelo tres de los favoritos, Greipel (Lotto), Farrar (Gramin) y Geraint Thomas (Sky). Antes ya habían dado con el suelo Stannard o el español Fran Ventoso, que fue trasladado a un hospital para someterse a una exploración.

Al final, tras mucho esfuerzo (tras 220 kilómetros) el grupo logró dar caza a los fugados a 1,5 kilómetros para la meta. Entonces, los velocistas que aún quedaban delante se jugaron la victoria, en una llegada donde también se vieron a varios ciclistas por los suelos. Allí, Degenkolb impuso su punta de velocidad al francés Demare y a Peter Sagan y logró su quinta victoria del año tras tres etapas en Mediterraneo y una en París Niza.