Contador intentó sorprender, pero Purito estuvo atento

No hubo tregua, tras los Pirineos, pero tampoco terreno para marcar diferencias. Contador intentó sorprender a Purito en el ascenso al Coll de Lilla, de 2ª categoría, cuya cima estaba a 9 km de meta. Faltaban tres para llegar a ella cuando arrancó Alberto, en una carretera ancha, de estupenda calzada y rampas del 4,8%, características muy insuficientes para romper a campeones como Purito, Froome o Quintana.

A la última recta en Valls llegó un grupo numeroso y se registró el mismo vencedor de los dos anteriores sprints, el esloveno Luka Mezgec, que no deja escapar una. Curiosamente Alberto Contador se metió en la pelea para ver si pillaba alguna de las bonificaciones para los tres primeros, pero terminó sexto. La general se mantiene en ese pañuelo de breves segundos: Contador a 4" de Purito; Van Garderen, a 7"; Baerdet y Quintana, a 10"; Froome, a 17", cuando faltan dos etapas.

La del sábado es muy difícil que cambie nada, ya que sólo hay un puerto de tercera y a 60 km de meta. La Volta se decidirá el domingo, en esas ocho subidas al Castillo de Montjuïc y, probablemente en los diez, seis y cuatro segundos de bonificación para los tres primeros en meta.

Antes de todo hubo una fuga de siete corredores (km 55), que después de tener hasta 8:45, fueron neutralizados a 27 km de meta. De ellos, el alemán Marcus Burghardt y el austriaco Georg Preidler, se marcharon a su vez de los otros cinco en el km 50. El cántabro Ángel Madrazo fue el único español que entró en el corte.