Tom Boonen, de 33 años, seguramente el mejor corredor de la historia sobre pavés (cinco E3, cuatro Roubaix, tres De Ronde y tres Wevelgem lucen en su palmarés), confía en remontar el vuelo en el Tour de Qatar, que comienza este domingo: “Aquí me siento casi como en casa, mis amigos bromean sobre que soy como un qatarí más”.

Porque el belga lleva ganadas 20 etapas y cuatro clasificaciones generales de las doce ediciones que se han disputado, récord de la prueba. Después de arrollar en 2012 y de un 2013 calamitoso (fuera de forma y lesionado durante gran parte de la temporada, sólo venció en una jornada de la Vuelta a Valonia), un arranque esperanzador en San Luis (fue tercero en un sprint y séptimo en la contrarreloj) mueve sus deseos de volver a alzar los brazos: “No me obsesiona, pero me gustaría abrir ya el marcador en este 2014. Me daría confianza”.

Más delgado de lo habitual en su constitución, Boonen pretende llegar en las mejores condiciones posibles a “la batalla que habrá en primavera”: “Evidentemente, quiero destacar y aspirar a los triunfos en las clásicas de adoquines. Son mis carreras. En 2013 todo salió mal, ojalá regrese la suerte y la buena condición física”.

En Qatar se las verá con Fabian Cancellara, su máximo rival en las piedras en los últimos años, y velocistas de pedigrí como Greipel, Demare, Guardini, Kristoff o Bos. Sin embargo, Cancellara viene rodado del Tour de Dubai y parte como el principal favorito a la victoria gracias a la crono individual de once kilómetros por los alrededores del circuito de motos de Lusail, el martes. Las otras cinco etapas terminarán al sprint, salvo sorpresa. Irizar (Trek), Mancebo y Pujol (SkyDive) serán los únicos españoles.