La Fundación Ciclista Euskadi solicitó a la Unión Ciclista Internacional la licencia dentro del plazo establecido por la UCI para poder competir la próxima temporada en categoría continental. Por lo tanto, y a la espera de cerrar un presupuesto que aún está bailando, todo apunta por lo tanto a que el organismo que preside Miguel Madariaga volverá a poner en la carretera una escuadra en la tercera categoría del ciclismo profesional después de que esa posibilidad haya estado en seria duda durante los últimos meses. El 3 de octubre, el máximo responsable de la Fundación Euskadi ofreció una rueda de prensa en la que apuntó que se necesitaba obrar un "milagro" cifrado en "como mínimo, 400.000 euros" para sacar adelante el proyecto. El 26 de ese mismo mes el consorcio empresarial Ner Group emitió un comunicado en el que aseguraba que había llegado a un acuerdo con la Fundación que contaba con el visto bueno de las instituciones vascas y que iba a estar dirigido en su parcela deportiva por el excorredor Jon Odriozola. Pero sólo cinco días más tarde, dicho conglomerado empresarial anunció la ruptura de un acuerdo que Madariaga negó que existiera porque, argumentó, la fundación "siempre ha sido ajena a ese proyecto".